Cierre, y desahogo etílico

La fecha me cayó encima, ya es tiempo de tomar la difícil decisión de cortar con el grupo de amigos que me queda. Ahora la duda es el 'cómo'.

¿Cuáles han sido sus experiencias dejando atrás a personas importantes en su vida?

Pensé un par de opciones, que claro no son muy sólidas ni estructuradas. Ahí van.

A)Intervenirlos individualmente, a cada ser presente en aquella fatídica noche (larga historia, digamos que hubo una noche en la que todo se rompió y desde ahí las cosas quedaron "raras" entre nosotros), dejar las cosas claras para con cada uno (más que nada para hablar de ese conflicto latente que creé esa fecha, para que ambas partes quedemos en cierta “paz”).
Pedirles que se lo guarden por unos días; organizar una reunión grupal y expresarles que dejo el grupo, soltando un “creo que ya saben las causas de esta despedida; los quise mucho, pero ya no puedo con esto, ni con nada… que tengan una buena vida.”.

B)Lo mismo que la de arriba, sólo que con pequeñas cartas.

Aunque no me gustaría quitarles el derecho de ‘feedback’; no es que le tema al choque… sólo que no tengo la capacidad intelectual, ni emocional, para afrontar algo de tal magnitud.
Es por eso que vengo prolongándolo desde hace casi un año, también el miedo de perder esa parte bonita de mi vida, quiero decir, ellos fueron las primeras personas con las que sentí cercanía, con las que podía ser yo. Ahora parece que cada vez que abro la boca, están contando los segundos para que la cierre… Las últimas reuniones las pasé en silencio; me querían cuando era un bufón sarcástico y carismático, desde que sólo tengo miseria y dolor, ya parece que hacen caridad conmigo invitándome en promedio a una reunión cada 2 ½  meses.
También siento que les valgo mierda, me da hasta inseguridad el abrirme de esa manera, no es por el tipo de inseguridad de tipo “¿qué imagen daré?”, sino que siento que somos extraños y perdí el derecho de exigirles una conversación a ese nivel de intimidad, cuando claramente ya se sienten terriblemente incómodos conmigo; pero por otro lado, lo necesito, porque todo se sigue acumulando y ocupando espacio dentro mío.
Los quiero medianamente pero creo que ellos ya no lo hacen ni en una mínima proporción; el único enganche que existe entre ambas partes, es la moral.

C)Resignarme, y simplemente irme con todos los sentimientos/sensaciones atascadas en mi interior, pululándo en mi psique.
Tragármelo todo, cortar contacto, y ya.

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No estoy seguro de querer echarlos de mi vida, pero cada vez que estoy con ellos, revive en mí esa parte que ya está prácticamente muerta, por un lado me gusta el oxígeno que me provee la máscara de ilusión, pero al instante, siento asco de mí mismo.
Me dan fuerzas y me siento más vital durante un par de días, pero luego tengo una especie de resaca sensorial que me dura semanas, dejándome en cama.
Recordar los buenos años añejos en los que era uno más, un miembro activo y sano de la sociedad que tenía todo para ‘triunfar’, que era visto como alguien atractivo e interesante, que desbordaba magnetismo y vitalidad.
La verdad es que esta niebla negra está cubriendo lo que fui hace tiempo atrás, dejando sólo esto… sólo el dolor, la tristeza, el desosiego, los mares de lágrimas, los intentos de suicidio, cientos de pastillas, los sanatorios mentales, los malos doctores, los peores terapeutas, la impotencia, los desamores, los quiebres, los desencuentros, la soledad, y mi inminente muerte que parece ser la única salida.

Sin embargo, lo que más me duele de todo, fue, es, y será; la falta de fé en mí, el egoísmo con el que me crucé, la indiferencia ante mi dolor, las burlas, el estigma por parte de los que consideraba mi familia/amigos.
En su mente sólo era alguien débil que debía ser exterminado, hablo de ese mismo instinto animal en el que la madre mata a su cría defectuosa. Así me he sentido estos años cada vez que alguien me destrataba, me acercaban la mano, pero no para sacarme del agua, sino que para terminar de ahogárme.

Amigos de toda la vida que me prometieron ayudarme, y al verme tan apagado en una reunión, no volvieron a llamarme. Vieron que era serio y que debían esforzarse, por eso cedieron.
Nadie está dispuesto a esforzarse por otro, y si lo hacen, terminan por soltarte la mano a mitad de altura, haciendo más grande el dolor de la futura caída.

Mi familia destratándome porque no les agradaba el efecto que tenían las pastillas sobre mí, les daba vergüenza tener a su hijo/hermano ‘vago-desempleado-parásito-enfermo mental-sin futuro’
Siendo todos tan exitosos en sus carreras/trabajos
Llevándo todo el asunto como un gran y oscuro secreto, haciéndolo todo más pesado para mí.

¿Es que nadie pensó en mí? Sé que es duro y difícil tener a alguien como yo en mi vida pero… ¿nunca se pararon a reflexionar sobre la potencial incidencia de su actitud egoísta sobre mí? Era yo el que necesitaba ayuda, aligerar las pesadas cargas, no que me siguieran poniendo pesaje encima.

Desvarié, estoy borracho, no tanto como para no poder escribir pero lo suficiente como para dejarme poseer por mi mierda. Esto lo tenía cocinado hace tiempo pero agregué expresiones espontáneas que emergieron.

Ayer me desvelé, y empecé/terminé “Indigno de ser humano” de Osamu Dazai; me reí a carcajas por el espejo patético que me reflejaba, hubiese sido el mejor libro de comedia que leí en este año, exceptuando el final que me dejó desesperanzado, ¿es el suicidio el único cierre para mi historia? Porque tengo claro que no voy a terminar siendo un zombie padeciente en una institución, no quiero morir siendo algo tan mísero.
Bueno, esto se convirtió en un especie de desahogo, siempre termino por vomitarlo todo sin filtro alguno.  

Lo que más cariñosamente evoco de Indigno de ser humano es la imagen de una cometa atorada en un poste eléctrico, su tela desgarrándose con el viento.

sfumato escribió:Aunque no me gustaría quitarles el derecho de ‘feedback’; no es que le tema al choque… sólo que no tengo la capacidad intelectual, ni emocional, para afrontar algo de tal magnitud.
Es por eso que vengo prolongándolo desde hace casi un año, también el miedo de perder esa parte bonita de mi vida, quiero decir, ellos fueron las primeras personas con las que sentí cercanía, con las que podía ser yo. Ahora parece que cada vez que abro la boca, están contando los segundos para que la cierre… Las últimas reuniones las pasé en silencio; me querían cuando era un bufón sarcástico y carismático, desde que sólo tengo miseria y dolor, ya parece que hacen caridad conmigo invitándome en promedio a una reunión cada 2 ½  meses.
También siento que les valgo mierda, me da hasta inseguridad el abrirme de esa manera, no es por el tipo de inseguridad de tipo “¿qué imagen daré?”, sino que siento que somos extraños y perdí el derecho de exigirles una conversación a ese nivel de intimidad, cuando claramente ya se sienten terriblemente incómodos conmigo; pero por otro lado, lo necesito, porque todo se sigue acumulando y ocupando espacio dentro mío.
Los quiero medianamente pero creo que ellos ya no lo hacen ni en una mínima proporción; el único enganche que existe entre ambas partes, es la moral.

No estoy seguro de querer echarlos de mi vida, pero cada vez que estoy con ellos, revive en mí esa parte que ya está prácticamente muerta, por un lado me gusta el oxígeno que me provee la máscara de ilusión, pero al instante, siento asco de mí mismo.
Me dan fuerzas y me siento más vital durante un par de días, pero luego tengo una especie de resaca sensorial que me dura semanas, dejándome en cama.

Sin embargo, lo que más me duele de todo, fue, es, y será; la falta de fé en mí, el egoísmo con el que me crucé, la indiferencia ante mi dolor, las burlas, el estigma por parte de los que consideraba mi familia/amigos.

Amigos de toda la vida que me prometieron ayudarme, y al verme tan apagado en una reunión, no volvieron a llamarme. Vieron que era serio y que debían esforzarse, por eso cedieron.
Nadie está dispuesto a esforzarse por otro, y si lo hacen, terminan por soltarte la mano a mitad de altura, haciendo más grande el dolor de la futura caída.

Ante sentimientos tan desgarradores, sobran las palabras...

No tienes la capacidad intelectual ni emocional para afrontarlo, aunque necesitas hacerlo... Tienes miedo de perder esa parte bonita de tu vida, pero ya la has perdido... Siempre podrás mantener los buenos recuerdos pero son pasado, el presente ya es otro. Por lo que comentas, tus amigos han dejado de serlo por el modo en que te tratan, porque te hacen sentir un extraño y no te muestran el calor humano que necesitas, que necesita toda amistad. Tienes sentimientos encontrados, eres pura contradicción emocional, estás muy vivo aunque haya momentos en que te sientas muerto.

En cuanto a cómo te trata tu familia, es algo demasiado personal y doloroso, por lo que prefiero no opinar al respecto.

Cuando he dejado atrás (o me han dejado atrás) personas importantes en mi vida, al principio (un principio demasiado largo) lo he pasado muy mal, demasiadas preguntas mojadas en lágrimas y arropadas por desasosiego. Pero con el paso del tiempo aceptas lo sucedido y te "acostumbras" a ello. Llega un momento en que "dejas" de darle vueltas por puro agotamiento, porque ya no puedes más y porque te sientes idiota.

@Desdibuja
*Suspira pesadamente*
Supongo que esta es mi vida; ya no es una 'etapa de reconstrucción', este tironeo eterno entre el que fui, y el que se instauró en el trono de mi mente. No quiero matar a esa parte de mí, porque sólo quedaría esta cosa uniforme que no puede ser aceptada como "persona"... pero creo que ya es tiempo de mirar hacia adelante.
Tenés razón, ya lo he perdido (casi) todo; no es ese el miedo a la soledad el que me paraliza, me encuentro en ese estado desde hace años... sólo temo que la próxima herida sea fatal, no puedo darme el lujo de caer muerto, no ahora, me hice una promesa y voy a cumplirla.

@ovejablanca
¿Por qué has citado esa metáfora?
Bah, ¿qué importa?
Me diste la respuesta que buscaba, gracias.

sfumato escribió:
*Suspira pesadamente*
Supongo que esta es mi vida; ya no es una 'etapa de reconstrucción', este tironeo eterno entre el que fui, y el que se instauró en el trono de mi mente. No quiero matar a esa parte de mí, porque sólo quedaría esta cosa uniforme que no puede ser aceptada como "persona"... pero creo que ya es tiempo de mirar hacia adelante.
Tenés razón, ya lo he perdido (casi) todo; no es ese el miedo a la soledad el que me paraliza, me encuentro en ese estado desde hace años... sólo temo que la próxima herida sea fatal, no puedo darme el lujo de caer muerto, no ahora, me hice una promesa y voy a cumplirla.

Ojalá fuera tan sencillo, lo único fidedigno es que entre tanta mierda, haciendo un real esfuerzo, puedo conectar con la parte pura que dejé atrás -o mejor dicho- que me hicieron dejar atrás.

Me adentré presa de un impulso de libertad, pero ni me imaginaba que en mi interior aguardaban tales bestias. Pude huir, y respirar por un tiempo, pero ese mismo aire que con anterioridad nutría mis pulmones, se había tornado espeso y venenoso. Ya no puedo seguir inspirándolo por mucho tiempo, siento como una masa de consistencia gelatinosa se crea en mis cavidades, haciendo que cada inspiración pese más y más. La única salida que encuentro es volver a adentrarme a ese campo lúgubre, pero sé que habrá siluetas agazapadas, esperándome entre la negrura de las sombras, y ya no tengo fuerzas para darles batalla.

Dios mío, sfumato, ojalá algún día consigas dejar atrás esa depresión y volver a ser lo que eras. No puedes dejar que el trato que te da la gente te lastre de esa manera, olvídales, no se merecen que sufras por ellos. Si realmente esos "amigos" son importantes para ti, yo elegiría la opción A. Es la más dura, pero te sentará bien terminar bien ese capítulo de tu vida. Es mucho mejor arrepentirse de haber hecho algo que de no haberlo hecho.
Sé fuerte, sfumato, por lo que más quieras. En la vida hay muchas cosas buenas, muchas cosas que merecen vivirse, no te dejes arrastrar por lo negativo. Cuentas con todo nuestro apoyo.