Escribe una historia

Hola, hola

Llevo un rato pensando como plantear el funcionamiento del hilo. Me gustaría iniciar una historia escribiendo en común con otros foreros, algo que sirva para distraernos pero es un poco difícil hacerlo sin que se desvirtue.

Había pensado proponer varios temas o iniciar con unos breves párrafos una historia ambientada en diferentes épocas y situaciones para quien quiera siguiese el hilo creando un personaje que interactúe con el mio, y los que se vayan sumando.

Pero estoy bloqueada, algunos saben que me gusta escribir y adoro interactuar escribiendo con otras personas. Y quisiera hacerlo aquí también. Claro que soy consciente de que puede crear ansiedad exponer un texto escrito por nosotros dejando volar nuestra imaginación.

Así que bueno, empezaré por algo sencillo, a ver si alguien se anima a seguirme la corriente, y de ahí enlazamos otras cosas o planteo otro funcionamiento.

Como este foro es de FS, he pensado empezar con la historia de una chica que llega a un instituto nuevo. Esto da pie a que un profesor, un perro xD, un nuevo alumno o alguien que ya estudia allí se acerque a ella.

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Era su padre quien le había llevado en coche hasta el instituto. Se había propuesto terminar de estudiar bachillerato, no muy segura, no confiaba nada en si misma, tras dos o tres fracasos intentando aprobar. La depresión nublaba su capacidad para estudiar y concentrarse, en esa época la autoestima que venía dañada de otro instituto no creía que fuese a recomponerse en este nuevo lugar.

La realidad es que nunca se le había dado bien socializar, prefería pasar desapercibida por los pasillos y actuar como un fantasma. No llamando la atención se sentía a salvo, de lo contrario su nivel de ansiedad se disparaba. Pnsar que tenía que actuar o ser como los extrovertidos... Ese grupo de gente que hacía cosas que le parecían estúpidas. Esa gente que sonreía sin necesidad de que el sol estuviese afuera brillando con fuerza. ¿Qué habían conseguido para ser tan felices y ella lo contrario? Tan infeliz...

Parecía tan fácil... vivir...

Entre esos pensamientos divagaba su mente mientras caminaba por uno de los pasillos del instituto. El próximo paso era acercarse a la recepción o buscar un mapa del centro en el típico tablón de anuncios. Su ansiedad social le pedía a gritos no acercarse a la recepción, sentía nervios solo por el hecho de tener que preguntar al desconocido/a que estuviese en aquel puesto. Así que lo mejor era recurrir al mapa y evitar todo contacto social innecesario.

No puedo hacerlo... no puedo... notará que estoy nerviosa, me pondré roja, no sabré explicarme bien...

Ey, ey, espera un momento... Ahora mismo estás bloqueada, tienes pensamientos negativos. Respira hondo, recapacita. ¿Seguro que no puedes acercarte? Solo es una pregunta... ¿Y si piensas que decir antes de decirlo? Quizás sientas menos ansiedad...

El latido de su corazón se fue calmando.

Tienes razón...

Este soy yo, el fracasado de clase. ¿Por qué digo fracasado? porque lo soy. ¿Pensáis que exagero y lo digo sin razón? Nah. Me baso en algo real, no tengo amigos. Ni uno solo, la gente con la que juego por internet no saben ni como me llamo...

Pero con lo majo que eres... Ya. Eso es lo que dice mi abuela que me quiere mucho. No es que no confie en la palabra de mi yaya, pero me cuesta verlo desde su punto de vista. No sé, soy raro.

De pequeño era tímido, lo sigo siendo, aunque no sé porque los profesores me toman por idiota. Hasta los 17 mis notas eran aceptables. Casi buenas. Soy un tio freak, del montón, no destaco por nada, me visto con colores oscuros o grises, y llevo estas gafas random de pasta que me eligió la dependienta de la óptica porque según ella me quedaban bien... eso dijo.

En mis ratos libres me gusta dibujar. En casa, aquí, en el parque... dibujo a todas horas. ¿Qué dibujo? lo que sea. El careto del profesor de turno, la chica guapa de clase... No me enorgullezco de ello, a veces siento vergüenza de mi mismo, pero estoy en esa edad en la que cualquier chica me... es capaz de...

Ehm...

Vale, olvidad lo que he escrito, o mejor dicho lo que no he escrito pero os he dejado intuir. Las chicas me parecen diosas. Son los pequeños detalles clandestinos como que una mueva su melena de forma grácil sin darse cuenta y frente a mi, los que me dejan extasiado.

A veces me siento como un vampiro buscador de belleza, insaciable adicto a ese elixir que todas desprenden, ya sea a través de sus ojos, sonrisa o manera de caminar.

Claro que hay una que destaca por encima de todas. La Venus de Botticelli.


Ufffff... Erika.

Me siento detrás de ella en clase. Bueno, el año pasado me sentaba detrás, no porque yo lo hubiese elegido, más bien era el orden que nos impuso el profesor según el listado de alumnos :/

¿Qué me pasa con ella? Deseo captarla cada vez que la veo, deseo que... mi lápiz cobre vida, dibujarla sin tener que esconderme y... que mis manos acaricien sus rasgos de verdad, no solo plasmándolos al papel.

Es mi musa, sé que nunca se fijará en un patético ser como yo, pero eh, dejadme soñar despierto...

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Se empieza con algo gris que, con el tiempo termina en algo oscuro, negro diría yo. Tan negro que luego es dificil ver la parte positiva de uno mismo. ¿Por qué el instituto está lleno de gente así? ¿Fingen ser felices o realmente lo son?

Agh... venga tío, deja esta mierda o te saldrán canas antes de los treinta.

Que idea mas buena!!!!
En cuanto me recupere escribo algo. Hace mil años no lo hago

No llegaré a tiempo... Es mi primer día y no... no soy capaz de encontrar la clase.

Perderse en el intento de algo tan sencillo como buscar el aula donde te toca la primera clase del día.

¿Por qué hago esto? Soy estúpida, podría preguntar a cualquier persona por los pasillos y me dirían donde está el aula, así llegaría a tiempo, me sentaría atrás en un lugar apartado y nadie se fijaría en mi. Al menos no se darían cuenta de que soy... la nueva. No es como si llamo a la puerta la última cuando la clase ya esté empezada. Estoy perdiendo el tiempo... y... - se estremeció. Los nervios de su estómago se revolvían hurgando en su interior como un hierro candente, sin pausa y al rojo vivo.

La hiperventilación y la asfixia habían ganado terreno al punto de desbordarse y abrir la compuerta al pánico. El poco control que tenia sobre sus decisiones le hacía sentir diminuta. La desagradable sensación de indefensión e impotencia que aquello le provocó le golpeó con toda fuerza a la autoestima. Otro punch que se sumaba a la larga lista de despropósitos que la FS tenía reservada para ella.

Sus ojos se humedecieron. El pánico a afrontar a la gente, sus nuevos compañeros era demasiado.

Va a ser peor...
Tengo que intentarlo...
Pero...
No puedo...


¿Cómo he llegado aquí? - cerró la puerta del baño respirando tranquila al ver que no había nadie.

Encontrar el mapa del centro le había resultado imposible, el cambio de clase propició que un embudo de alumnos saturase los pasillos y su ansiedad la obligase a desistir en la búsqueda. Salió corriendo a buscar un refugio donde ocultarse de todo el mundo. La FS había ganado este primer pulso, pero... ¿Ganaría el combate?

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guest escribió:Que idea mas buena!!!!
En cuanto me recupere escribo algo. Hace mil años no lo hago

Genial

Hay que seguir la historia en el punto que la he dejado. El personaje puede ser como tú quieras. Aún no ha aparecido ningún profesor, ni tampoco compañero/a. Xavier, el chico gafapasta estaba escribiendo en el aula de informática. Toca la siguiente clase que... aún no sabemos sobre que tratará, xD.

Joanna: chaqueta militar
Xavier: gafapasta
Erika: ¿ ?

Estos son los personajes presentados. Para no liarnos mucho, mejor que el instituto sea español.

Los que estén leyendo el hilo y quieran participar, pueden escribirme un MP (solo como niños... soy una buena bruja )

Pues nada, mi primer día de clases en este instituto. Soy el profesor de Matemáticas, y también el tutor de 1ºA de Bachillerato. Soy agradable y simpático, paciente y siempre dispuesto a ayudar, aunque cuando me buscan las cosquillas, puedo ser implacable.

Recuerdo que cuando era pequeño mi primer día lo pasé fatal, ¡tenía mucho miedo! Intentaré que mis alumnos nuevos se adapten lo mejor posible, no me gustaría que pasaran por lo mismo.

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Ya es hora de entrar, camina por el pasillo, que apenas tiene algunos alumnos que les cuesta entrar en el aula, y ve a una chica saliendo del baño con la mirada perdida...

Hola, ¿a qué clase vas?

Tengo que salir... Si me quedo encerrada aquí no tendré valor para entrar a ninguna clase más y sé lo que pasará, terminaré volviendo a casa. - pensaba en las consecuencias de actuar así. La bronca que le echaría su padre.

¿Me importa mi vida? ¿Me importa? Si...

Se limpió los ojos y la cara con agua fresca antes de salir del baño. Aún se sentía aturdida cuando escuchó una voz dirigirse a ella. Fijó sus ojos en aquel chico y parpadeó confusa.

- Estoy... - titubeó. - E-estaba... buscando la clase del profesor Eduard. Voy a 2º A, llego tarde a la clase de filosofía y... no sé donde está el aula. - explicó nerviosa evitando sostener la mirada más de lo necesario a su interlocutor. Mirar directamente a los ojos a los desconocidos le incomodaba debido a su timidez así que bajó un poco la cabeza esperando a que el chico le indicase el camino.

Era joven para ser un profesor pero eso en parte le daba un poco de alivio, un alumno podia gastarle una broma al ser la nueva y enviarla a la otra punta del instituto solo por diversión.

Escribiría pero no tengo nada de inspiración. Felicidades por la idea!

Glory_ escribió:Escribiría pero no tengo nada de inspiración. Felicidades por la idea!

¿No te animas a interactuar con Xavier?

Dentro de un rato escribiré con él.

Todavia recuerdo mis años de escritora, me gustaba escribir, si no tenia pc , agarraba una hoja o un cuaderno viejo y me ponia a escribir y despues que me compraba un notebook lo pasaba ahi, creo que deberia retomar eso jaja ayudaba mucho a mi ansiedad y a mi animo

Vaya hombre! Yo soy la versión gay de Xavier, me recuerda a mí en esa época (casi clavado), aunque yo nunca he estado tan embobado con alguien como lo está él con Erika jaja.

Justo lo corta cuando iba a escribir de él! :(

Habiendo ensayado esa conversación mentalmente, Joanna asintió, como dándose a sí misma aprobación para abordar a este profesor desconocido. No obstante, antes de que una sola palabra hubiese salido de su boca, el docente ya se había ido. El rostro de Joanna se distorsionó en una mueca breve de disgusto. Volvía a estar perdida y con el ánimo bajo mínimos.
Se refugió nuevamente en el baño para poner en orden sus pensamientos y trazar un plan. Recordó que los alumnos de su edad estaban subiendo las escaleras, por lo que dedujo que su aula estaría arriba. Acariciaba ahora el pomo de la puerta, sin verdadera intención de abrirla.
Ris, ris.
Cuanto más pensaba, más lo frotaba, aunque el ánimo de cruzar la puerta estaba cada vez más lejano.
Ris, ris.
El ver tantas caras desconocidas, tantos ojos que se iban a fijar en ella, era un prospecto que la llenaba de ansiedad.
Ris, ris.
En un breve momento de claridad, Joanna se percató del suave sonido que provenía de algún rincón del aseo.
Ris, ris.
Como un lápiz zigzagueando por una hoja.

Joanna se dio la vuelta y solo entonces vio a la pequeña figura sentada en el retrete, con los pantalones subidos.
Para sorpresa del desconocido y ella misma, no se sobresaltó. "¿Qué haces aquí?", le preguntó con una voz casi imperceptible al chico pertechado en el baño.

"Las chaquetas M65 son fáciles de dibujar", comentó el desconocido con un tono burlón de profesor, "la forma rectangular que le dan al torso me ahorran tener que añadir los detalles más difíciles de la anatomía femenina".
"Las manos, en cambio", continuó el joven, "son la cruz de todo dibujante, y tus pequeños dedos son particularmente complicados".



"..."


Joanna avanzaba apresuradamente por el pasillo y estaba a punto de doblar la esquina cuando oyó la voz del excéntrico muchacho.
"¡Espera! Vas a la clase de Eduardo, pero no sabes dónde está, ¿no?"
Joanna se detuvo, pero no se dio la vuelta.
"¡Puedo ayudarte! Te dibujaré un mapa en mi bloc."
Antes de que Joanna pudiese tomar una decisión, una figura se materializó enfrente de ella, como si surgiese de entre una lluvia horizontal de letras blancas.

"¿AdÓnDe CrEeS qUe VaS?"
Joanna sabía instintivamente que lo que decidiese hacer en los próximos segundos determinaría el resto de su vida.

Vaya que sorpresa este hilo quedó abandonado hace algunos meses por falta de actividad.

Me alegro de que hayas continuado la historia Sander!

Me encantaba hacer estas historias en otros foros en los que participaba.

Xavier corrió detrás de la chica sujetando en su mano el plano que le habia dibujado. Si no quería hablar con él, lo respetaba, al fin y al cabo no era su amigo y entendía por su cara y reacciones que lo estaba pasando mal.

La sensación de estar desubicado, querer ser autónomo y resolver sus propios problemas era conocida para él. En circunstancias así cuesta pedir ayuda o permitir que otros te la presten. "No quieres parecer débil y tampoco inútil".

Tenía que conseguir que la chica agarrase el mapa.

La carrera se interrumpió súbitamente cuando Joanna frenó de golpe ante una figura más alta. Xavier dio un respingo y agarró de los hombros a la chica para no estampar su cara en ella.

"Por poco me la como". - bufó limpiandose la frente perlada de sudor.

El profesor preguntó hacia donde iba encarcando una ceja. Johanna le miró abriendo un poco los labios, su gesto era de hablar pero nuevamente se sentia sobrepasada por la situación, anteriormente desagradable en el baño y ahora esta donde casi se forma un sandwich con ella. "Parezco idiota. Por qué no soy capaz de explicarme como cualquier otra persona?".

- Oye, donde ibas tan rápido? te has dejado esto... - le dio un toquecito en el hombro con el papel enrollado. - Me llamo Xavier. Es la primera vez que te veo por el insti, si te pierdes puedes mirar el mapa. ¿Ves? - señaló con su dedo. - Estamos más o menos aquí. - sonrió alternando la mirada entre la nueva compañera y el profesor.

"Tu clase está aquí, subiendo las escaleras, a la derecha, junto al mural del Día de la Paz". Xavier señaló el aula con el dedo índice. Joanna agarró el papel por la esquina para verlo mejor, rozando los dedos de Xavier. No acostumbrado al contacto de una chica, el joven soltó el papel, que se dio la vuelta antes de deslizarse brevemente por el suelo y acabar a medio metro de sus pies. En este lado se veía un elaborado dibujo a lápiz de una chica.

Los dos se quedaron totalmente quietos, mirando la imagen. Aquel silencio le pareció eterno a Xavier, como los segundos que preceden a una ejecución.
"Dibujas bien", dijo Joanna con un tono más dulce que hasta ese momento. Estas palabras no aliviaron a Xavier, que no sabía si Joanna se hacía la inconsciente o si de verdad no entendía la razón de ser de esa imagen.

Joanna entendió la situación intuitivamente, pero no quería desdeñar a la única persona a la cual podía dirigirse sin hacerse un manojo de nervios.
"¿Me acompañas hasta mi clase?", dijo finalmente la chica, al ver que el joven no respondía.
"De acuerdo, pero a cambio..."

La imagen de Erika quedó expuesta ante sus ojos de una forma vergonzosa para el chico.

"Quien es ella?" - se preguntó con cierta curiosidad Joanna. Existiría de verdad o solo era un retrato nacido de su imaginación?. Al verla, sintió crecer su complejo de inferioridad, e hizo algo que solía hacer a menudo. Compararse con otras chicas.

Fue gracioso como se atrevió a responder pidiéndole que le acompañase a su clase, dejando atrás su propia timidez y sacando a Xavier de su estado tierra tragame.

La respuesta del chico le hizo alzar la vista nerviosa. - Que ocurre? Es por el dibujo? No diré nada. - dobló el papel y se lo metió en el bolsillo de la chaqueta mostrandole después  las manos vacias y un intento de sonrisa. - Pero por qué te avergüenza tanto? - quiso saber.

"Pronto la conocerás. Y cuando lo hagas, desearás no haberla conocido".
Joanna alzó las cejas con incredulidad y dio el tema por zanjado. Empezaba a entender por qué desaparecía su inseguridad al hablar con Xavier. Veía en el joven a alguien que seguramente ocupaba un lugar en la jerarquía del instituto parecido al que ella ocupaba en el de su ciudad natal.

"¿Pasa algo?" La pregunta de Xavier sacó a Joanna de su estupor.
"No, nada. Vamos, que ya vamos a llegar tarde. ¿Tú en qué clase estás?"
"Ahora tengo matemáticas avanzadas. Tú estás en el otro grupo, pero a segunda hora coincidiremos en educación física. Además...".
Xavier vaciló y apartó la mirada. Una voz en su cabeza le decía:
"Vamos, explícale tu plan. Para una que te hace caso, no la dejes pasar".