Dismorfofobia

Si, siempre tuve problemas sobre todo con mi cara y mi pelo. Al tener rulos yo me planchaba el pelo todos los días. Por suerte desde fines del 2019 que no me plancho más. Y en noviembre me lo corté cosa que me daba miedo pero se sintió muy liberador y agarre más confianza con eso. Definitivamente era lo que necesitaba ya que tenía el pelo súper largo y era súper incómodo de llevar. Literalmente me saque un peso de mis hombros.
Edito: me gusta ser una chica sin rasgos faciales del todo "finos" (vamos, una feucha a los ojos de la sociedad), siento que me da personalidad. Aparte paso desapercibida, cosa que me encanta. Me dan pena esas chicas super lindas que todo el mundo las sigue con la mirada, debe ser horrible.

Lo importante es que estés bien contigo.

Juanalalok escribió:¿Y vos tenés una lucha con tu apariencia? O estás 100% conforme?

Ugh, lo llegué a pasar horrible cuando tenía tu edad, durante años. Pero qué te puedo decir; no lo tengo absolutamente resuelto, pero sí tengo una base teórica sobre la cual sostenerme cuando me siento muy vulnerable en este sentido: Perspectiva.
Somos cosas, animalillos que por alguna misteriosa razón existen y dejan de existir en un puntito miserable del infinito cosmos. Hay una infinidad de variables a las que estamos sujetos al iniciar nuestra existencia, todas las cuales están cargadas de potenciales desgracias; desde nacer muertos, nacer con días de esperanza de vida, deformes en un sinfín de variedades, eterna lista de enfermedades congénitas... Tener brazos y piernas funcionales, un corazón que bombee, musculatura y huesos sin defectos... Es un montón.
Luego uno viene y se preocupa porque la simetría del rostro esto o aquello y los filtros de instagram y el photoshop. Es muy ridículo el contraste.

Creéme que conozco perfectamente el camino ese al que te lleva "¿por qué yo no?" (corresponder a X grado de "perfección estética" según cánones). Pero es completamente absurdo. Es lo mismo que llorar por no tener alas o poder respirar bajo el mar. El problema está en que nos meten en la cabeza que valemos por nuestra apariencia (y sí, ojo, para los demás eso en cierta medida es innegable, pero yo hablo de para uno mismo). Hay sociedad y hay criterios de belleza, ok, quizás lo tengas difícil para "ligar" con el/la supermodelo de instagram, ok... ¿Vale eso algo, realmente? ¿No es pura ofuscación, del mismo tipo "Nunca tendrás un Lambo ni una mansión como la del pelado de Amazon, ergo tu vida es una mierda, meté todo en crypto a ver si la pegás"?

En fin, no siento que sea muy útil lo que digo, más bien confuso, pero quedáte con esto: Cuestioná las cosas y excavá más y más y... Va a llegar un punto en que todo te va a parecer un circo. Y eso es bueno, es liberador.

Lo divertido es que eso no quita que puedas jugar un poco el juego y, no sé, preocuparte por "mejorar" tu apariencia. Pero una cosa es hacerlo a sabiendas de que todo eso es bastante absurdo (humanitos programados para que mujeres uga buga grandes bíceps, ok lo paso bien haciendo actividad física así que por qué no), y otra vivir atormentado por la presión de satisfacer el canon contra lo que determinan tus circunstancias (hombres bajitos, chicas con propensión a la obesidad, rasgos faciales X o Y, etc.).

Padezco trastorno dismórfico corporal, así que si, me pasa bastante.
He llegado a estar muy, muy gordo, y luego muy, muy delgado. Y siempre me veía igual, la imagen que me mostraba el espejo no cambiaba.
Ahora me veo en fotos de esas épocas, y está claro que no estaba igual.
Pero me miró al espejo a día de hoy, y sigo viendo algo que no se corresponde con la realidad, y lo odio.
Curiosamente, no siempre me veo igual, la imagen que percibo de mí mismo varía.

Cierto, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], no lo mencioné pero no puedo contar la cantidad de veces que deseé que el invento maldito de la fotografía, e incluso el simple espejo, jamás hubieran ocurrido.
No viví mis problemas exactamente de la misma forma como describís los tuyos pero, ay, no podía evitar pensar en todos los tormentos que me ahorraría el ser incapaz de verme a mí mismo. Tan simple como remover las cámaras y las superficies reflectantes del inventario de artilugios humanos.

De lo que se desprende lo siguiente (al fin algo útil): Mejor abstenerse lo máximo posible de esas fuentes de angustia donde el trastorno se expresa. Sé muy bien que la compulsión suele ser la contraria; tomarse mil fotos, pasar horas frente al espejo tratando de encontrar esa imagen definitiva de nuestra corporalidad que nos satisfaga... Pero o no aparece o aparece fugazmente y luego se esfuma, para dar lugar a un ciclo sin fin de búsqueda infructuosa (y a sus altibajos emocionales aparejados).
Hay que distanciarse de todo ello, como una persona con un trastorno de la conducta alimentaria debe distanciarse de las panaderías. Sí, van a tomar fotos en reuniones familiares y nos va a dar un bajón, pero mejor que esté limitado a eso que flagelarse con selfies diarias. Sí, es necesario el espejo del baño para asearse debidamente, peinarse y arreglarse el vello facial, asegurarse de no llevar verdura entre los dientes y exfoliarse los comedones. Pero abstenerse de detenerse ahí a intentar buscar la verdadera imagen de sí mismo porque se sabe de antemano que es un engaño vil del trastorno.

Sirve hacer de cuenta que esos artilugios no existen salvo esas dos únicas excepciones. Humilde consejo desde mi experiencia.

terrible

caramelldansen_in_repeat escribió:Cierto, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], no lo mencioné pero no puedo contar la cantidad de veces que deseé que el invento maldito de la fotografía, e incluso el simple espejo, jamás hubieran ocurrido.
No viví mis problemas exactamente de la misma forma como describís los tuyos pero, ay, no podía evitar pensar en todos los tormentos que me ahorraría el ser incapaz de verme a mí mismo. Tan simple como remover las cámaras y las superficies reflectantes del inventario de artilugios humanos.

De lo que se desprende lo siguiente (al fin algo útil): Mejor abstenerse lo máximo posible de esas fuentes de angustia donde el trastorno se expresa. Sé muy bien que la compulsión suele ser la contraria; tomarse mil fotos, pasar horas frente al espejo tratando de encontrar esa imagen definitiva de nuestra corporalidad que nos satisfaga... Pero o no aparece o aparece fugazmente y luego se esfuma, para dar lugar a un ciclo sin fin de búsqueda infructuosa (y a sus altibajos emocionales aparejados).
Hay que distanciarse de todo ello, como una persona con un trastorno de la conducta alimentaria debe distanciarse de las panaderías. Sí, van a tomar fotos en reuniones familiares y nos va a dar un bajón, pero mejor que esté limitado a eso que flagelarse con selfies diarias. Sí, es necesario el espejo del baño para asearse debidamente, peinarse y arreglarse el vello facial, asegurarse de no llevar verdura entre los dientes y exfoliarse los comedones. Pero abstenerse de detenerse ahí a intentar buscar la verdadera imagen de sí mismo porque se sabe de antemano que es un engaño vil del trastorno.

Sirve hacer de cuenta que esos artilugios no existen salvo esas dos únicas excepciones. Humilde consejo desde mi experiencia.

Qué somos, quien soy... la Qué veo en el espejo o las que los otros ven, o no soy nada de eso o lo soy todo...

“A nivel escolar, se puede prevenir a través de un tratamiento dirigido al bullying, de ser el caso, y no permitir que esta experiencia se enquiste”, sugieren. Por último, la aceptación de uno mismo y el control que el adolescente dedica a su imagen personal es importante para no fomentar la idea de perfección.

Creo que nos aíslan de nosotros mismo y de nuestro amor propio. Que por una parte no nos enseñan a querernos, a mirarnos con respeto y dignidad y por otra no enseñan a lo contrario, a odiarnos, a agachar la cabeza xq no estás buen y tú eres más mierda que nadie.