Tres escritos de teoría sexual žižekiana

(Dávila, Miguel) [Ensayos žižekianos III] Tres escritos de teoría sexual žižekiana (edición del autor)

Se trata de un desarrollo de la filosofía del esloveno Slavoj Žižek en torno a la sexualidad, en concreto sobre tres temáticas generales: la prostitución, la pornografía y los chats de las webs de citas. Se trata a estas respectivamente desde los siguientes tres conceptos žižekianos: “la tercera mirada implícita de la fantasía sexual”, “la inevitable mediación fantasioso-simbólica en el goce sexual”, y “la condicionada exposición en la red de lo que uno es o quiere ser, que facilita la violación”.
 
En “Diario de un no-seductor”, tenemos un escrito-ensayo-diario de “pulsión escópica”, o en otras palabras, realmente propio de un posición voyeurista. Se trata de un joven de unos 30 años que camina por la calle mirando alegre y sistemáticamente el material femenino que se le presente, aunque en una de esas sin saber cómo, de un momento a otro, se halla en la habitación ruinosa de una prostituta callejera del centro de la ciudad.

Luego, en “Reseñas de videos pornos”, se presenta, luego de un introito implacablemente teórico, tres ensayos-reseñas verdaderamente pornográficos ellos mismos. Es decir, el tema de dichas reseñas son videos pornos de la red, desde luego, pero la cuestión es que el modo cómo están reseñados también es en su forma pornográfico, al menos en parte. En el sentido de que se usa un lenguaje crudo, explícito, hasta quizás aburrido (en la línea de Memorias de una pulga, por ejemplo), cuando se describe o cuenta lo que se trata de explicar del video porno.

Finalmente, en “Remembranza de un chat de Badoo (que fue clave para mí)”, lo que hay es un ensayo-remembranza donde en buena parte se habla de la seducción, se plantea cómo podría empezarse a seducir por los chats de las aplicaciones de citas, y hasta incluso se dan consejos de peinado y coquetería, el conjunto de esto dicho y explicado quizás seductoramente. Pero abruptamente, esto se arruina y pasamos a la exposición obscena de la obscenidad, botamos la seducción, y en vez de ello, profesamos el exceso de goce obsceno del decir abiertamente la obscenidad, son solo palabras, pero por ser tan excesivamente obscenas, señala Žižek, resultan “peor que la pornografía”.  

Ahora bien, la interpretación žižekiana que funciona en cada uno de estos tres escritos-ensayos de diferente registro formal, nos arroja planteamientos verdaderamente interesantes de crítica filosófica žižekiana. Al final de “Diario de un no-seductor” llegamos a una crítica y confrontación con la figura del “Amo totalitario”, el Amo corrupto y chantajista que nos tiene sometidos en un “orden social de dominación”. El que la prostitución, su compra o consumo, sea precisamente la manera modélica o paradigmática que en un orden social de brutal desigualdad económica se tiene para sobornarnos: al menos tienes dinero para pagarte un polvito.

Asimismo, terminando “Reseñas de videos pornos”, desvelamos que en la obscenidad pornográfica que ha generado la migración venezolana, el que en cada país latinoamericano donde han llegado los migrantes venezolanos en los últimos años (huyendo de Maduro) se haya generado un sub-género porno de venezolanas (empleadas, trabajadoras o amas de casa migrantes que aparecen en los videos porno con peruanos, colombianos, chilenos, etcétera), usualmente sindicadas de ser infieles, digo que lo que realmente o más se desprecia en estos videos es la condición socio-estructural económica que ocupan los migrantes venezolanos en los países adonde llegan: el proletariado, la masa de trabajadores empobrecidos o explotados, que apenas pueden subsistir con su baja o inestable remuneración.
 
Y por último, en “Remembranza de un chat de Badoo (que fue clave para mí)”, ponemos en el tapete la condición, que por la costumbre se nos pasa desapercibida, de desnudamiento y depuración al mismo tiempo en la que se halla el yo que se crea un avatar o “yo virtual” en la red. El que para tener una identidad en la red uno tenga que hacer un esfuerzo de abstracción auto-reflexiva-cognoscitiva y registrar en la medida de sus posibilidades quién es uno. Aunque este esfuerzo se realiza quizá solo inconscientemente, y conscientemente uno no haga más que ponerse en la red de la manera simplemente como quiere que los otros lo vean. Pero la cuestión es que no hay una diferencia entre el yo que presentamos a los otros y nuestro yo real. Por lo que nuestro avatar de la red realmente es nuestro yo real, y aún más, nuestro yo real determinado y puesto parte por parte, como analíticamente, podría decirse. Lo cual puede llegar a ser captado por otros avatares, y estos otros, al darse cuenta de lo que somos, y que de alguna manera nos pueden sacar ventaja por ello, pueden jugar con nosotros o violentarnos sin piedad: una definición de lo que es una “violación”.

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