Hikikomoris (documental de RT)

(Muy buenas, Geek . Ya que me has interpelado tendré que escribir algo. No me hago responsable de las tonterías que salgan XD)

Hmm dice que es un problema de la sociedad japonesa... y sin embargo me siento más identificado con estos chicos que con el joven español medio. También es verdad que creo que están tomando el camino fácil y cómodo al simplemente quedarse en casa sin salir. Cuando en la soledad de tu cuarto tienes herramientas suficientes para pasar el rato y encima sientes (sea real o infundado) que el mundo exterior no te trata bien, parece haber poco aliciente para esforzarse en salir de la zona de comfort.
Hay que decir también que el documental es muy corto y no parece querer profundizar realmente en las causas del problema, metiendo en el mismo saco a gente con problemas muy diferentes. De todas formas, no parecen fóbicos sociales, diría que el de los Hikikomori será un problema más generalizado que el nuestro. Si no ahora, en pocos años. Aun así, habría que hacer una distinción entre los entrevistados que dicen que no tienen ningún problema en no salir de casa y el otro chico que dice estar tomando antidepresivos y querer morir.
Respecto a los primeros, en realidad no puedo juzgar si está bien o mal lo que hacen, pero es claramente el caso extremo de a lo que tendemos gente como yo. El alcance de internet es tal que llega un momento en que no hay ninguna razón de peso para despegarse del ordenador. Precisamente el gran problema que le veo a internet es que acabe reemplazando al mundo y, con ello, dañe irremediablemente las relaciones humanas. Es verdad que aprecio las interacciones cara a cara cuando se dan con amigos, pero esto no suele compensar el tedio de estas mismas interacciones cuando se producen con gente que no te agrada o no te comprende. También está la aografobia, claro, no sé si sienten algo de eso, porque no lo explican. Pero fóbicos no parecen.

Respecto al chico con depresión, la verdad es que me sorprende que dejen a algo tan aparentemente banal como el bullying. No me malinterpreteis, sé que hay gente que se suicida por esto, y que se pasa muy mal ( lo sé por experiencia). Pero tomaba a los japoneses por más disciplinados que los españoles y, por tanto, pensé que ellos cortarían de raíz esta clase de problemas antes de lo que se hace aquí.
El chico también ha dicho algo que considero muy relevante: que la causa última de sus problemas era no haberse sentido querido. Recientemente descubrí que querer y ser querido son las dos cosas más importantes de la vida, por lo condicionantes que son. Muchas veces vemos que una persona tiene mal carácter, es borde, egoísta, inactiva, o incluso, violenta y malintencionada y lo único que necesitaría para salir de esa espiral es que alguien (un alma caritativa, supongo) arroje un poco de amor a ese pozo al parecer sin fondo. Supongo que lo normal es que nadie hiciera esto por una persona que simplemente no se deja querer, pero a veces ocurren milagros. No considero, tampoco haber sido violento y malintencionado, pero desde que tengo amigos que me quieren(o al menos, eso creo) creo que la imagen que proyecto hacia el exterior ha mejorado muchísimo. Sigo siendo super torpe, vocalizo mal y tengo dificultad para encontrar las palabras y los temas conversación adecuados , y me seguirían diciendo que soy rarísimo. Pero ya no vivo paralizado por el miedo y la inseguridad, me siento mucho mejor conmigo mismo y me puedo permitir hablar más o menos con normalidad sin estarme maltratando por dentro sobre la tontería que acabo de decir. Esta es la magia de que te quieran

Volviendo a los hikikomori, no pensais que esto de la pandemia puede estar fomentando muchísimo este modo de vida? Entre los confinamientos forzosos, que se fomente hacer todo a través de internet (clases, trabajos, ...), que la gente tenga miedo de salir de casa y contagiarse, que tengamos menos opciones para quedar de fuera de casa (aforos reducidos, limitación de grupos y cierre de sitios a los que ir), sumado a todos los otros problemas que ya existían prepandemia, parecen un caldo de cultivo para el modo de vida ermitaño. Si esto se prolonga durante años ( y probablemente al menos el miedo al contagio se prolongará ese tiempo y más), puede ser una auténtica revolución, en el mal sentido (supongo que es malo, vamos). Desde luego, en mi caso 6 meses sin clase han disminuido mucho mis habilidades sociales, y cuando salgo de casa alguna vez noto un atisbo de ansiedad que hacía tiempo que no experimentaba (básicamente, salgo a dar una vuelta y voy huyendo de la gente). Entiendo la necesidad, pero tampoco se debe menospreciar la psicología de la gente: años sin salir de casa y apenas relacionarse pueden perjudicar bastante. Vosotros que opinais? Saludos