¿Siempre negativo/a? Distorsiones cognitivas

suerte28 escribió:A ver, algunas viñetas pues están bien y nada que objetar. Pero en otras habría que matizar porque tal cual están dan vergüenza ajena. Los dibujos naif infantilizados tampoco ayudan mucho que digamos a dar credibilidad. Porque por ejemplo en la del examen si no has estudiado una puta mierda pues es ridículo creer que te va a ir bien.

suerte28 escribió:Quiero decir que en algunas cosas uno hace una valoración de la situación y si esta es mala pues hay que aceptarlo. Lo que hay que procurar es que la valoración se realice de manera objetiva y racional, pero esto no va a garantizar que siempre tenga que ser buena. Creo que hace muy mal en proponer como verosímiles situaciones irreales y ridículas. Más que nada porque al hacerlo de alguna manera también invalida las otras viñetas que están bastante bien y es una pena.

En estas historias de la psicología a veces se peca por pasarse o quedarse corto, nunca se busca el punto real que está en el medio, que resultaría más convincente y por tanto ayudaría más a la gente al ser más creíble.

nico27 escribió:Está bueno esto. La mente nos engaña.

Me sentí identificado con algunas viñetas (2 y 17). Otras me recordaron a como era antes (11 y 15). Eso es interesante: con el tiempo he ido superando algunas distorsiones.

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Okami escribió:En todo momento estamos creando nuestra realidad, aunque muchas veces lo hacemos sin darnos cuenta, de manera inconsciente. Cada vez que nuestros pensamientos y emociones se concentran en algo, lo estamos atrayendo a nuestras vidas… incluso si se trata de aquellas situaciones que no deseamos o que rechazamos (problemas, conflictos, etc.).

Todos queremos sentirnos bien, en paz, en armonía. Todos queremos vivir en abundancia. Pero con frecuencia nuestra búsqueda de “lo bueno” se parece más a un intento de escapar de “lo malo” (el dolor, el temor, la escasez, las preocupaciones de cada día). Vale la pena detenerse aquí a pensarlo por un momento…

Cada vez que nos concentramos en aquello que no queremos, en esas cosas o experiencias que rechazamos, el poder de nuestra atención lo refuerza, lo atrae a nuestras vidas. Así sucede con todo contra lo que luchamos, eso de lo que tratamos de liberarnos, que queremos vencer. Todo aquello que resistimos, persiste.