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Mi pensamiento sobre las relaciones.
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Mi pensamiento sobre las relaciones.
En el laberinto de las relaciones, me hallo inmerso en una danza de poder sutil y omnipresente. Las mujeres, como guardianas de las normas implícitas, parecen ejercer un control silencioso para mí aceptación . Cada requisito impuesto, desde la estatura hasta la personalidad, desde la confianza hasta la ocupación terapéutica, actúa como un dispositivo de regulación que moldea mi identidad en función de sus expectativas cambiantes.
En este juego de complacencia, el individuo se ve obligado a someterse a las demandas del otro para garantizar su reconocimiento. La adaptación se convierte en una herramienta de poder, una forma de subyugación que socava la autenticidad y niega la multiplicidad de experiencias humanas. Mi individualidad se desvanece en el afán de satisfacer los deseos femeninos, mientras mis peculiaridades y deseos personales se pierden en el abismo de la conformidad.
En esta dinámica, el sexismo se manifiesta como una estructura de dominación insidiosa que perpetúa la subordinación masculina. El hombre se ve reducido a un mero actor secundario en el escenario de la seducción, mientras las voces y deseos masculinos son silenciados y marginados. En este contexto, la igualdad de género se convierte en un espejismo lejano, eclipsado por la omnipresencia del poder femenino.
En este panorama sombrío, se revela la necesidad urgente de cuestionar y resistir las normas impuestas, de reconstruir las relaciones sobre la base del respeto mutuo y la libertad individual.
El ginocentrismo imperante no contempla mi voz en este diálogo, relegándome al ostracismo de la reflexión. ¿Dónde reside mi deseo? ¿Qué mujeres me atraen? ¿Qué anhelo en una compañera? ¿Cuál es mi visión del amor? Las preguntas que permanecen sin respuesta, en un universo donde la complacencia femenina dicta los términos del juego, eclipsando mi propia existencia en la penumbra del olvido.
En este juego de complacencia, el individuo se ve obligado a someterse a las demandas del otro para garantizar su reconocimiento. La adaptación se convierte en una herramienta de poder, una forma de subyugación que socava la autenticidad y niega la multiplicidad de experiencias humanas. Mi individualidad se desvanece en el afán de satisfacer los deseos femeninos, mientras mis peculiaridades y deseos personales se pierden en el abismo de la conformidad.
En esta dinámica, el sexismo se manifiesta como una estructura de dominación insidiosa que perpetúa la subordinación masculina. El hombre se ve reducido a un mero actor secundario en el escenario de la seducción, mientras las voces y deseos masculinos son silenciados y marginados. En este contexto, la igualdad de género se convierte en un espejismo lejano, eclipsado por la omnipresencia del poder femenino.
En este panorama sombrío, se revela la necesidad urgente de cuestionar y resistir las normas impuestas, de reconstruir las relaciones sobre la base del respeto mutuo y la libertad individual.
El ginocentrismo imperante no contempla mi voz en este diálogo, relegándome al ostracismo de la reflexión. ¿Dónde reside mi deseo? ¿Qué mujeres me atraen? ¿Qué anhelo en una compañera? ¿Cuál es mi visión del amor? Las preguntas que permanecen sin respuesta, en un universo donde la complacencia femenina dicta los términos del juego, eclipsando mi propia existencia en la penumbra del olvido.
Volkami- Usuario Destacado
- Mensajes : 169
Re: Mi pensamiento sobre las relaciones.
Me agrada tu escritura y forma de narrar, realmente se siente como un eco de tu angustia proyectado desde las entrañas de tu alma, y aunque hace un tiempo pensaba similar a ti (como 10-15 años atrás) debo discrepar en algunos puntos.
No negare que los roles de género siguen presentes en nuestra sociedad, y aunque nos encontramos en una época de cambios... muchos de los comportamientos que se esperan de un hombre aun se mantienen un poco rígidos e inalterables si los comparamos ante el progreso que hubo en el campo femenino... como también a nivel social persiste un juicio muy de polaridades al juzgar la personalidad y las actitudes de un varón lo que conlleva a una mayor estigmatización: pues o somos demasiado buenos o demasiado malos, imbéciles rotundos o genios incomprensibles, agradables y cautivadores u odiosos y repelentes, trabajadores compulsivos o vagos sin remedio... dándose esa deshumanización que tanto martirio trae a las mentes más desoladas y vulnerables.
Tampoco estoy por refutar el hecho que por directa como indirecta en la amplia mayoría de relaciones la iniciativa y el rol activo la siguen manteniendo los hombres. (Y esto se agrava aún más porque los mismos hombres son quienes retro-alimentan esa dinámica, a la par de muchas influencias externas como las películas, libros y series de éxito en donde apenas se atreven a invertir-cambiar esos roles en personajes masculinos o generar nuevos arquetipos sanos de relación que no sea mediante el prototipo-varón de siempre o una ridiculización-exageración del mismo)
No obstante tampoco hay que sumirse ante estos hechos fatalistas y hundirse de cabeza en el fango, pues a día de hoy existan formas para burlar el sistema y hay personas dispuestas a dejarse de ese tipo de historias, cambiar el cauce y omitir todo ese ritual; solo que gran parte de la clave radica en dejar de "darle importancia" o no prestarle esa desmedida atención a la causa.
Me explico con un ejemplo que me sucedía hace 5 años mientras estudiaba...
-La típica situación donde en una clase hay una de tantas chicas extrovertidas y habladoras, que no tienen ningún reparo o dificultad en hablar con el resto, pero a ti no te dirigen la palabra porque aun no entablaron comunicación de ningún tipo.
Un día se encuentran en el pasadizo esperando para la hora de acceder al aula cerrada, ellas dejan de conversar entre si y te aplican la de echar miradas intermitentes mientras una de ellas te pone ojos de cordero... instaurando una ley de silencio ciertamente incomoda...
Supuestamente tienes 2 opciones:
- A) Ignorarlas o esconderse en un pilar hehe, porque es obvio su intención es que tu les hables y si realmente tienen interés por conocerte por equidad deberían ser quienes den el primer paso... en vez de exigirte con su lenguaje corporal que tomes el peso y la responsabilidad de crear interacción. (En esta opción ellas casi nunca llegan a dar el paso, ni hablarte en todo el curso)
- B) Ceder a su petición. (Lo cual alimenta cualquier tipo de idea que puedan proyectar hacia ti "sea positiva o negativa", y las deja en una posición cómoda y dentro de su zona de confort... pues a ti te toca lidiar "a veces dándose cierta verticalidad" con todo el proceso de dar conversación y generar una conexión.)
Pero también puedes no hacer ninguna de las 2 opciones creando una alternativa... que consista en hacer un comentario general al respeto: ¿Como si vieron un fantasma? u alguna otra ocurrencia por el estilo; y de ese modo disipar ese ambiente. (Lo cual la mayoría de veces resulta bien y se dejan de lado esos comportamientos inmaduros y peliculeros, generando una interacción más orgánica a la par de ser un buen modo de mofarse de lo absurdo de la situación mediante el humor sin ofender ni atacar a nadie)
Si bien es cierto que muchos hombres sobre-actúan en demasía al momento de interaccionar con mujeres, tampoco es que la culpa recaiga 100% en ellas... pues ellos están siendo igual de culpables al participar en ese juego y adoptar actitudes maquiavélicas al vender una vida falsa y generar una red de mentiras con el afán de ganar aceptación e incluso recurrir a la doble cara y manipulación.
¿Sabes cual es uno de los mayores problemas actuales? Que todo el mundo cree que las personas del género opuesto pretenden subyugar, instrumentalizar y aprovecharse del otro bando, y al no existir dialogo, ni consenso alguno... no son varias las parejas que en vez de cooperar y ayudarse mutuamente se la pasan en una dinámica de competencia autodestructiva de ver quién puede más o queda por encima... en vez de unirse por un mismo propósito, contribuir al otro y alcanzar la cima del monte mediante apoyo mutuo.
Y como último punto... porque te veo muy preocupado por la estatura...
De darse el caso de que llevas razón y tengas la desdicha de no ser muy alto y criarte en un entorno donde perdure una micro-cultura sumamente estilista y muy enfocada en tenerlo todo a la medida e impere la supremacía de los altos, güeros (por dar otro ejemplo) o vete a saber... ¿Qué te impediría focalizarte en un sector de mujeres que estén por debajo de tu altura? (Porque dudo que en algún lugar de España o Latinoamerica exista lugar donde las chicas y chicos sean más proporcionalmente inmensos) existiendo tantas opciones entre mujeres de 1,48 - 1,63 y tan pocos hombres que sobrepasen el 1,85.
¿O de alcanzar más de 2 metros o 2,10... ¿No tendrías motivos por los que preocuparte? porque para hallar mujeres que alcancen 1,80 en ambos países donde la media es mucho menor y en una supuesta "cultura donde se quiere todo a la medida" se te tornaría una autentica odisea encontrar una mujer dentro de tu liga a la par de que tus opciones se volverían realmente limitadas y pobres.
En fin, espero que pronto puedas salir de ese agujero de fatalidades e ideas intrusivas y puedas ver con mayor nitidez que realmente no existe un bando u identidad a quien culpar, u algo como el modo fácil o el modo difícil sino toda una amalgama de circunstancias y eventualidades que conllevan alcanzar o no ese propósito.
Volkami escribió:En el laberinto de las relaciones, me hallo inmerso en una danza de poder sutil y omnipresente. Las mujeres, como guardianas de las normas implícitas, parecen ejercer un control silencioso para mí aceptación . Cada requisito impuesto, desde la estatura hasta la personalidad, desde la confianza hasta la ocupación terapéutica, actúa como un dispositivo de regulación que moldea mi identidad en función de sus expectativas cambiantes.
En este juego de complacencia, el individuo se ve obligado a someterse a las demandas del otro para garantizar su reconocimiento. La adaptación se convierte en una herramienta de poder, una forma de subyugación que socava la autenticidad y niega la multiplicidad de experiencias humanas. Mi individualidad se desvanece en el afán de satisfacer los deseos femeninos, mientras mis peculiaridades y deseos personales se pierden en el abismo de la conformidad.
No negare que los roles de género siguen presentes en nuestra sociedad, y aunque nos encontramos en una época de cambios... muchos de los comportamientos que se esperan de un hombre aun se mantienen un poco rígidos e inalterables si los comparamos ante el progreso que hubo en el campo femenino... como también a nivel social persiste un juicio muy de polaridades al juzgar la personalidad y las actitudes de un varón lo que conlleva a una mayor estigmatización: pues o somos demasiado buenos o demasiado malos, imbéciles rotundos o genios incomprensibles, agradables y cautivadores u odiosos y repelentes, trabajadores compulsivos o vagos sin remedio... dándose esa deshumanización que tanto martirio trae a las mentes más desoladas y vulnerables.
Tampoco estoy por refutar el hecho que por directa como indirecta en la amplia mayoría de relaciones la iniciativa y el rol activo la siguen manteniendo los hombres. (Y esto se agrava aún más porque los mismos hombres son quienes retro-alimentan esa dinámica, a la par de muchas influencias externas como las películas, libros y series de éxito en donde apenas se atreven a invertir-cambiar esos roles en personajes masculinos o generar nuevos arquetipos sanos de relación que no sea mediante el prototipo-varón de siempre o una ridiculización-exageración del mismo)
No obstante tampoco hay que sumirse ante estos hechos fatalistas y hundirse de cabeza en el fango, pues a día de hoy existan formas para burlar el sistema y hay personas dispuestas a dejarse de ese tipo de historias, cambiar el cauce y omitir todo ese ritual; solo que gran parte de la clave radica en dejar de "darle importancia" o no prestarle esa desmedida atención a la causa.
Me explico con un ejemplo que me sucedía hace 5 años mientras estudiaba...
-La típica situación donde en una clase hay una de tantas chicas extrovertidas y habladoras, que no tienen ningún reparo o dificultad en hablar con el resto, pero a ti no te dirigen la palabra porque aun no entablaron comunicación de ningún tipo.
Un día se encuentran en el pasadizo esperando para la hora de acceder al aula cerrada, ellas dejan de conversar entre si y te aplican la de echar miradas intermitentes mientras una de ellas te pone ojos de cordero... instaurando una ley de silencio ciertamente incomoda...
Supuestamente tienes 2 opciones:
- A) Ignorarlas o esconderse en un pilar hehe, porque es obvio su intención es que tu les hables y si realmente tienen interés por conocerte por equidad deberían ser quienes den el primer paso... en vez de exigirte con su lenguaje corporal que tomes el peso y la responsabilidad de crear interacción. (En esta opción ellas casi nunca llegan a dar el paso, ni hablarte en todo el curso)
- B) Ceder a su petición. (Lo cual alimenta cualquier tipo de idea que puedan proyectar hacia ti "sea positiva o negativa", y las deja en una posición cómoda y dentro de su zona de confort... pues a ti te toca lidiar "a veces dándose cierta verticalidad" con todo el proceso de dar conversación y generar una conexión.)
Pero también puedes no hacer ninguna de las 2 opciones creando una alternativa... que consista en hacer un comentario general al respeto: ¿Como si vieron un fantasma? u alguna otra ocurrencia por el estilo; y de ese modo disipar ese ambiente. (Lo cual la mayoría de veces resulta bien y se dejan de lado esos comportamientos inmaduros y peliculeros, generando una interacción más orgánica a la par de ser un buen modo de mofarse de lo absurdo de la situación mediante el humor sin ofender ni atacar a nadie)
Volkami escribió:En esta dinámica, el sexismo se manifiesta como una estructura de dominación insidiosa que perpetúa la subordinación masculina. El hombre se ve reducido a un mero actor secundario en el escenario de la seducción, mientras las voces y deseos masculinos son silenciados y marginados. En este contexto, la igualdad de género se convierte en un espejismo lejano, eclipsado por la omnipresencia del poder femenino.
En este panorama sombrío, se revela la necesidad urgente de cuestionar y resistir las normas impuestas, de reconstruir las relaciones sobre la base del respeto mutuo y la libertad individual.
Si bien es cierto que muchos hombres sobre-actúan en demasía al momento de interaccionar con mujeres, tampoco es que la culpa recaiga 100% en ellas... pues ellos están siendo igual de culpables al participar en ese juego y adoptar actitudes maquiavélicas al vender una vida falsa y generar una red de mentiras con el afán de ganar aceptación e incluso recurrir a la doble cara y manipulación.
¿Sabes cual es uno de los mayores problemas actuales? Que todo el mundo cree que las personas del género opuesto pretenden subyugar, instrumentalizar y aprovecharse del otro bando, y al no existir dialogo, ni consenso alguno... no son varias las parejas que en vez de cooperar y ayudarse mutuamente se la pasan en una dinámica de competencia autodestructiva de ver quién puede más o queda por encima... en vez de unirse por un mismo propósito, contribuir al otro y alcanzar la cima del monte mediante apoyo mutuo.
Y como último punto... porque te veo muy preocupado por la estatura...
De darse el caso de que llevas razón y tengas la desdicha de no ser muy alto y criarte en un entorno donde perdure una micro-cultura sumamente estilista y muy enfocada en tenerlo todo a la medida e impere la supremacía de los altos, güeros (por dar otro ejemplo) o vete a saber... ¿Qué te impediría focalizarte en un sector de mujeres que estén por debajo de tu altura? (Porque dudo que en algún lugar de España o Latinoamerica exista lugar donde las chicas y chicos sean más proporcionalmente inmensos) existiendo tantas opciones entre mujeres de 1,48 - 1,63 y tan pocos hombres que sobrepasen el 1,85.
¿O de alcanzar más de 2 metros o 2,10... ¿No tendrías motivos por los que preocuparte? porque para hallar mujeres que alcancen 1,80 en ambos países donde la media es mucho menor y en una supuesta "cultura donde se quiere todo a la medida" se te tornaría una autentica odisea encontrar una mujer dentro de tu liga a la par de que tus opciones se volverían realmente limitadas y pobres.
En fin, espero que pronto puedas salir de ese agujero de fatalidades e ideas intrusivas y puedas ver con mayor nitidez que realmente no existe un bando u identidad a quien culpar, u algo como el modo fácil o el modo difícil sino toda una amalgama de circunstancias y eventualidades que conllevan alcanzar o no ese propósito.
Suriam- Usuario Destacado
- Mensajes : 232
A Desdibuja y a Okami les gusta esta publicaciòn
Re: Mi pensamiento sobre las relaciones.
Mido 1,60, y lo que me impide es que habrá más hombres altos que yo, lo que significa más competencia. Las mujeres tenderán a maximizar sus opciones, eligiendo al hombre más alto disponible. Ese es el problema, estas dinámicas de elección favorecen principalmente a las mujeres y me resultan injustas. Tengo pocas opciones disponibles.Suriam escribió:Me agrada tu escritura y forma de narrar, realmente se siente como un eco de tu angustia proyectado desde las entrañas de tu alma, y aunque hace un tiempo pensaba similar a ti (como 10-15 años atrás) debo discrepar en algunos puntos.Volkami escribió:En el laberinto de las relaciones, me hallo inmerso en una danza de poder sutil y omnipresente. Las mujeres, como guardianas de las normas implícitas, parecen ejercer un control silencioso para mí aceptación . Cada requisito impuesto, desde la estatura hasta la personalidad, desde la confianza hasta la ocupación terapéutica, actúa como un dispositivo de regulación que moldea mi identidad en función de sus expectativas cambiantes.
En este juego de complacencia, el individuo se ve obligado a someterse a las demandas del otro para garantizar su reconocimiento. La adaptación se convierte en una herramienta de poder, una forma de subyugación que socava la autenticidad y niega la multiplicidad de experiencias humanas. Mi individualidad se desvanece en el afán de satisfacer los deseos femeninos, mientras mis peculiaridades y deseos personales se pierden en el abismo de la conformidad.
No negare que los roles de género siguen presentes en nuestra sociedad, y aunque nos encontramos en una época de cambios... muchos de los comportamientos que se esperan de un hombre aun se mantienen un poco rígidos e inalterables si los comparamos ante el progreso que hubo en el campo femenino... como también a nivel social persiste un juicio muy de polaridades al juzgar la personalidad y las actitudes de un varón lo que conlleva a una mayor estigmatización: pues o somos demasiado buenos o demasiado malos, imbéciles rotundos o genios incomprensibles, agradables y cautivadores u odiosos y repelentes, trabajadores compulsivos o vagos sin remedio... dándose esa deshumanización que tanto martirio trae a las mentes más desoladas y vulnerables.
Tampoco estoy por refutar el hecho que por directa como indirecta en la amplia mayoría de relaciones la iniciativa y el rol activo la siguen manteniendo los hombres. (Y esto se agrava aún más porque los mismos hombres son quienes retro-alimentan esa dinámica, a la par de muchas influencias externas como las películas, libros y series de éxito en donde apenas se atreven a invertir-cambiar esos roles en personajes masculinos o generar nuevos arquetipos sanos de relación que no sea mediante el prototipo-varón de siempre o una ridiculización-exageración del mismo)
No obstante tampoco hay que sumirse ante estos hechos fatalistas y hundirse de cabeza en el fango, pues a día de hoy existan formas para burlar el sistema y hay personas dispuestas a dejarse de ese tipo de historias, cambiar el cauce y omitir todo ese ritual; solo que gran parte de la clave radica en dejar de "darle importancia" o no prestarle esa desmedida atención a la causa.
Me explico con un ejemplo que me sucedía hace 5 años mientras estudiaba...
-La típica situación donde en una clase hay una de tantas chicas extrovertidas y habladoras, que no tienen ningún reparo o dificultad en hablar con el resto, pero a ti no te dirigen la palabra porque aun no entablaron comunicación de ningún tipo.
Un día se encuentran en el pasadizo esperando para la hora de acceder al aula cerrada, ellas dejan de conversar entre si y te aplican la de echar miradas intermitentes mientras una de ellas te pone ojos de cordero... instaurando una ley de silencio ciertamente incomoda...
Supuestamente tienes 2 opciones:
- A) Ignorarlas o esconderse en un pilar hehe, porque es obvio su intención es que tu les hables y si realmente tienen interés por conocerte por equidad deberían ser quienes den el primer paso... en vez de exigirte con su lenguaje corporal que tomes el peso y la responsabilidad de crear interacción. (En esta opción ellas casi nunca llegan a dar el paso, ni hablarte en todo el curso)
- B) Ceder a su petición. (Lo cual alimenta cualquier tipo de idea que puedan proyectar hacia ti "sea positiva o negativa", y las deja en una posición cómoda y dentro de su zona de confort... pues a ti te toca lidiar "a veces dándose cierta verticalidad" con todo el proceso de dar conversación y generar una conexión.)
Pero también puedes no hacer ninguna de las 2 opciones creando una alternativa... que consista en hacer un comentario general al respeto: ¿Como si vieron un fantasma? u alguna otra ocurrencia por el estilo; y de ese modo disipar ese ambiente. (Lo cual la mayoría de veces resulta bien y se dejan de lado esos comportamientos inmaduros y peliculeros, generando una interacción más orgánica a la par de ser un buen modo de mofarse de lo absurdo de la situación mediante el humor sin ofender ni atacar a nadie)Volkami escribió:En esta dinámica, el sexismo se manifiesta como una estructura de dominación insidiosa que perpetúa la subordinación masculina. El hombre se ve reducido a un mero actor secundario en el escenario de la seducción, mientras las voces y deseos masculinos son silenciados y marginados. En este contexto, la igualdad de género se convierte en un espejismo lejano, eclipsado por la omnipresencia del poder femenino.
En este panorama sombrío, se revela la necesidad urgente de cuestionar y resistir las normas impuestas, de reconstruir las relaciones sobre la base del respeto mutuo y la libertad individual.
Si bien es cierto que muchos hombres sobre-actúan en demasía al momento de interaccionar con mujeres, tampoco es que la culpa recaiga 100% en ellas... pues ellos están siendo igual de culpables al participar en ese juego y adoptar actitudes maquiavélicas al vender una vida falsa y generar una red de mentiras con el afán de ganar aceptación e incluso recurrir a la doble cara y manipulación.
¿Sabes cual es uno de los mayores problemas actuales? Que todo el mundo cree que las personas del género opuesto pretenden subyugar, instrumentalizar y aprovecharse del otro bando, y al no existir dialogo, ni consenso alguno... no son varias las parejas que en vez de cooperar y ayudarse mutuamente se la pasan en una dinámica de competencia autodestructiva de ver quién puede más o queda por encima... en vez de unirse por un mismo propósito, contribuir al otro y alcanzar la cima del monte mediante apoyo mutuo.
Y como último punto... porque te veo muy preocupado por la estatura...
De darse el caso de que llevas razón y tengas la desdicha de no ser muy alto y criarte en un entorno donde perdure una micro-cultura sumamente estilista y muy enfocada en tenerlo todo a la medida e impere la supremacía de los altos, güeros (por dar otro ejemplo) o vete a saber... ¿Qué te impediría focalizarte en un sector de mujeres que estén por debajo de tu altura? (Porque dudo que en algún lugar de España o Latinoamerica exista lugar donde las chicas y chicos sean más proporcionalmente inmensos) existiendo tantas opciones entre mujeres de 1,48 - 1,63 y tan pocos hombres que sobrepasen el 1,85.
¿O de alcanzar más de 2 metros o 2,10... ¿No tendrías motivos por los que preocuparte? porque para hallar mujeres que alcancen 1,80 en ambos países donde la media es mucho menor y en una supuesta "cultura donde se quiere todo a la medida" se te tornaría una autentica odisea encontrar una mujer dentro de tu liga a la par de que tus opciones se volverían realmente limitadas y pobres.
En fin, espero que pronto puedas salir de ese agujero de fatalidades e ideas intrusivas y puedas ver con mayor nitidez que realmente no existe un bando u identidad a quien culpar, u algo como el modo fácil o el modo difícil sino toda una amalgama de circunstancias y eventualidades que conllevan alcanzar o no ese propósito.
Volkami- Usuario Destacado
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