No podemos estar solos

Endgame escribió:
     Es una obviedad, la soledad es el principal camino para que la fobia social nos aprisione. No somos islas, no vivimos en suspendidos en el aire, necesitamos estar anclados a vínculos sólidos que nos motiven, nos apoyen, nos den la razón y nos la quiten, nos fuercen (llegado el caso)...

     Tener amigos es fundamental y cuesta reconocerlo, porque conseguirlos es muy difícil careciendo de habilidades sociales y, sobre todo, a determinadas edades. En mi caso, tengo cuatro amigos, todos a distancia. Ninguno de quien tirar para, por ejemplo, ir a tomar un café cuando estás depresivo. Traté de remediarlo. En una aplicación conocí a una persona con quien comencé a salir y a hacer actividades, después de muchos años de andar solo. Aquella relación se fue haciendo más fuerte, pero a raíz a de, no sé qué  a estas alturas, esta persona me bloqueó, no queriendo saber nada más de mí. Lo más triste es que, cuando me sucedió, ni siquiera me puse, precisamente, triste, ni me afectó. Estoy tan acostumbrado (en mi fuero interno debo haberlo deseado) a la soledad que me pareció lo normal. Y no es normal.

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Endgame escribió:
Lo más triste es que, cuando me sucedió, ni siquiera me puse, precisamente, triste, ni me afectó. Estoy tan acostumbrado (en mi fuero interno debo haberlo deseado) a la soledad que me pareció lo normal. Y no es normal.

Okami escribió:

Endgame escribió:
     Es una obviedad, la soledad es el principal camino para que la fobia social nos aprisione. No somos islas, no vivimos en suspendidos en el aire, necesitamos estar anclados a vínculos sólidos que nos motiven, nos apoyen, nos den la razón y nos la quiten, nos fuercen (llegado el caso)...

     Tener amigos es fundamental y cuesta reconocerlo, porque conseguirlos es muy difícil careciendo de habilidades sociales y, sobre todo, a determinadas edades. En mi caso, tengo cuatro amigos, todos a distancia. Ninguno de quien tirar para, por ejemplo, ir a tomar un café cuando estás depresivo. Traté de remediarlo. En una aplicación conocí a una persona con quien comencé a salir y a hacer actividades, después de muchos años de andar solo. Aquella relación se fue haciendo más fuerte, pero a raíz a de, no sé qué  a estas alturas, esta persona me bloqueó, no queriendo saber nada más de mí. Lo más triste es que, cuando me sucedió, ni siquiera me puse, precisamente, triste, ni me afectó. Estoy tan acostumbrado (en mi fuero interno debo haberlo deseado) a la soledad que me pareció lo normal. Y no es normal.

El ser humano es sociable por naturaleza. Sentirse solo y estar solo no es lo mismo. Uno puede sentirse feliz cuando está solo y odiar tener gente alrededor. La soledad es una experiencia individual puramente subjetiva. Si uno se siente solo, está solo.
La soledad es una función corporal como el hambre. El hambre hace que nos ocupemos de las necesidades físicas. La soledad hace que atendamos las necesidades sociales. Ser social se volvió parte de nuestra biología.

Es difícil hacer amigos cuando somos adultos. Estamos muy ocupados con el trabajo, nuestras actividades diarias personales, sobreviviendo nuestro día a día, que sacrificamos nuestro tiempo a las relaciones interpersonales. Por lo tanto, hace que nos aislemos perdiendo parte de nuestras habilidades sociales.
Las muertes por soledad duplican las de la obesidad e igualan a los que fuman un paquete de cigarrillos diarios.

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MatiaSS95 escribió:A lo que voy es que hay que equilibrar ambas cosas (soledad y compañía). No sé si me pude dar a entender.

Endgame escribió:

Okami escribió:

Endgame escribió:
     Es una obviedad, la soledad es el principal camino para que la fobia social nos aprisione. No somos islas, no vivimos en suspendidos en el aire, necesitamos estar anclados a vínculos sólidos que nos motiven, nos apoyen, nos den la razón y nos la quiten, nos fuercen (llegado el caso)...

     Tener amigos es fundamental y cuesta reconocerlo, porque conseguirlos es muy difícil careciendo de habilidades sociales y, sobre todo, a determinadas edades. En mi caso, tengo cuatro amigos, todos a distancia. Ninguno de quien tirar para, por ejemplo, ir a tomar un café cuando estás depresivo. Traté de remediarlo. En una aplicación conocí a una persona con quien comencé a salir y a hacer actividades, después de muchos años de andar solo. Aquella relación se fue haciendo más fuerte, pero a raíz a de, no sé qué  a estas alturas, esta persona me bloqueó, no queriendo saber nada más de mí. Lo más triste es que, cuando me sucedió, ni siquiera me puse, precisamente, triste, ni me afectó. Estoy tan acostumbrado (en mi fuero interno debo haberlo deseado) a la soledad que me pareció lo normal. Y no es normal.

El ser humano es sociable por naturaleza. Sentirse solo y estar solo no es lo mismo. Uno puede sentirse feliz cuando está solo y odiar tener gente alrededor. La soledad es una experiencia individual puramente subjetiva. Si uno se siente solo, está solo.
La soledad es una función corporal como el hambre. El hambre hace que nos ocupemos de las necesidades físicas. La soledad hace que atendamos las necesidades sociales. Ser social se volvió parte de nuestra biología.

Es difícil hacer amigos cuando somos adultos. Estamos muy ocupados con el trabajo, nuestras actividades diarias personales, sobreviviendo nuestro día a día, que sacrificamos nuestro tiempo a las relaciones interpersonales. Por lo tanto, hace que nos aislemos perdiendo parte de nuestras habilidades sociales.
Las muertes por soledad duplican las de la obesidad e igualan a los que fuman un paquete de cigarrillos diarios.

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       ¿Me permites tenerte envidia?   . ¡Enhorabuena!   . Todo lo que has contado, incluido los sinsabores, son lo que yo definiría como un gozo vital a nivel de relaciones. Me pasaría de trágico si negara que algo de esto he probado, pero el resultado, a la larga, siempre resultó en derrota.