Me siento inferior al género femenino.

Los hombres heterosexuales gravitamos hacia las mujeres porque nos gustan, la sociedad nos dice que las pongamos en un pedestal, por ejemplo: ser un caballero, ¿hacia quién más gravitaríamos los hombres heterosexuales?

Los hombres homosexuales tienden a inclinarse hacia las mujeres en busca de amistades.

Las mujeres gravitan hacia las mujeres porque se entienden: apoyo emocional.

Las mujeres pueden tener un espíritu más libre y por lo tanto, las personas disfrutan más de estar rodeadas de mujeres.

Si una mujer tiene un problema, hay ayuda y apoyo en todas las direcciones.

La anatomía masculina es despreciada en la sociedad y la anatomía femenina es glorificada.

Constantemente veo que las mujeres no son atraídas o estimuladas visualmente por los hombres: el problema que tengo aquí es que los hombres aman todo sobre las mujeres por su apariencia y personalidad, donde las mujeres son completamente exigentes cuando se trata de físico y personalidad

La sexualidad femenina naturalmente pone a las mujeres en una posición de poder: la sexualidad de los hombres hace que los hombres deseen y codicien intensamente a las mujeres, lo que los impulsa a salir de su camino y hacer locuras para conseguirlas. Donde la sexualidad femenina se basa en sentirse deseada y sexy, la forma en que excitan a su hombre es lo que a su vez las excita. Ésta es la razón por la que las mujeres no se ven afectadas por los hombres con los que no tienen una conexión emocional.

La mayoría de los hombres NUNCA reciben atención femenina o las mujeres se desviven por impresionarlos.

En última instancia, como hombre, me siento inferior, ya que no me siento deseado por nada más que lo que pueda ofrecer en términos de recursos. Simplemente siento que las mujeres tienen más valor que yo. Todo lo que quiero es sentirme deseado y apreciado por las mujeres como lo son las mujeres por naturaleza.

Creo que tienes una idea muy fantasiosa, mágica, infantil y desvirtuada de lo que es ser mujer. No todas las mujeres somos iguales ni vivimos el ser mujer de igual modo; de la misma forma que no todos los hombres sois iguales. Hay un espectro mucho más amplio entre medio del estereotipo.

Como mujer que no ha elegido ser mujer, para mí ha sido muy complicado tener que aceptar todos los supuestos, clichés, expectativas, etcétera, que se asocian al género. Para nada me he sentido más libre y empoderada que el hombre. Más bien al contrario. De adolescente vestía como chico y en mi mente me imaginaba siendo chico como una forma de solucionar mis problemas, que gravitaban alrededor de mi identidad y todos sus aspectos (de género, sexual, corporal...). 

¿Crees que es agradable que todo tu valor gire en torno al aspecto físico y la cosificación sexual? ¿No crees que, precisamente, que se ponga tanto énfasis en la apariencia y sexualidad de la mujer hace que algunas de nosotras nos sintamos avergonzadas, desconfiadas, poco seguras, dudosas de nuestras cualidades más allá de lo aparente? ¿Sabes la de veces que he maldecido una infancia rosa, de jugar con muñecas y barbies, de ser una niña, ah, tan mona y dulce que hasta su propio padre la desee sexualmente?

No sabes la de confictos que he tenido por ser mujer, por sentir o verme diferente respecto a lo que los demás quieren atribuirme y ven en mí. Cómo me he alejado de las mujeres por odiar y serme extraño este papel de mujer estereotipada y cosificada. Cómo me he alejado de los hombres por sentir que no encajo, por envidiar esas partes de mí que han quedado escondidas y sin desarrollar (esos intereses y comportamientos que se vinculan más al género masculino) y por sentime desconfiada. No sabes cuántas veces he querido ser invisible, simplemente por no tener la seguridad de que, cuando se me mira, se me está viendo a mí, y no a un pedazo de carne. Y cómo, muy probablemente, esté estrechamente relacionado con la dismorfofobia que he padecido, la falta de autoestima, la depresión por no ser quien me imagino en mi mente que soy, la confusión de todo ello y las fobias, la tendencia a retirarme y esconderme y tener pensamientos obsesivos muy juiciosos. Así que no, ser mujer, no es algo que mole de por sí. Pero, ¿sabes qué? El misterio reside en que, tal vez, siendo hombre, me hubiera pasado lo mismo. Es imposible saberlo, y todo lo que sea imaginarse una vida más fácil siendo tal o cual cosa es fruto de un pensamiento mágico y alejado de la realidad.

De todas formas, compartiré algo que me confesó mi hermano, a quien le hicieron bullying en la escuela, diagnosticaron también fobia social y está en proceso de revisión de posible TEA: concluyó, con todo esto, que siendo mujer, él no podría haber soportado su existencia. Habiéndose criado con mujeres, y siendo muy observador, ha podido comprobar que ser mujer no es, ni de lejos, la panacea. Y él mismo no se siente cómodo con el estereotipo de hombre (ni de mujer), y se aleja de ellos a no ser que detecte algo de sinceridad y vulnerabilidad que le hagan sentir cómodo consigo mismo, sin tantas presiones ni juicios. ¿Por qué te explico lo de mi hermano y todo este rollo? Porque tal vez la clave no esté en demonizar al género contrario y desear atribuciones sociales superfluas y simplificadoras. Que puede que sentirte incomprendido y no comprender la realidad de los demás se retroalimente con los juicios que te haces a ti mismo y, en este caso, a las mujeres; y la manera que tienes de posicionarte férreamente en una idea de hombre de plástico y aunarnos a todas en un ejército de barbies frívolas y nacidas para el placer.

No sé, yo te recomendaría -dentro de lo posible- relacionarte con otras personas y realidades que se alejen del estereotipo que tanto daño parece hacerte. A mí, personalmente, con todos mis conflictos, me ha ido bien y es casi como un bálsamo relacionarme con gentes y perspectivas más flexibles y reflexivas.
Si no te sientes cómodo siendo hombre, prueba siendo hombre de otras maneras. Te aseguro que esto te acercará mucho más a las mujeres y a la realidad de ellas que pareces envidiar. Y dejarás de verlas como un objeto impenetrable y envidiable. Las verás... humanas.

La mayoría de las cosas que pones parten de visiones muy sesgadas de situaciones sociales en las que ayer mismo me dijiste que no participas y por lo tanto no entiendes. Y de esa típica forma de pensar superficial y solipsista en la que el resto del mundo solo puede ser una cosa a la vez que es la primera que veas, en este caso su género.

Mvvn escribió:Creo que tienes una idea muy fantasiosa, mágica, infantil y desvirtuada de lo que es ser mujer. No todas las mujeres somos iguales ni vivimos el ser mujer de igual modo; de la misma forma que no todos los hombres sois iguales. Hay un espectro mucho más amplio entre medio del estereotipo.

Como mujer que no ha elegido ser mujer, para mí ha sido muy complicado tener que aceptar todos los supuestos, clichés, expectativas, etcétera, que se asocian al género. Para nada me he sentido más libre y empoderada que el hombre. Más bien al contrario. De adolescente vestía como chico y en mi mente me imaginaba siendo chico como una forma de solucionar mis problemas, que gravitaban alrededor de mi identidad y todos sus aspectos (de género, sexual, corporal...). 

¿Crees que es agradable que todo tu valor gire en torno al aspecto físico y la cosificación sexual? ¿No crees que, precisamente, que se ponga tanto énfasis en la apariencia y sexualidad de la mujer hace que algunas de nosotras nos sintamos avergonzadas, desconfiadas, poco seguras, dudosas de nuestras cualidades más allá de lo aparente? ¿Sabes la de veces que he maldecido una infancia rosa, de jugar con muñecas y barbies, de ser una niña, ah, tan mona y dulce que hasta su propio padre la desee sexualmente?

No sabes la de confictos que he tenido por ser mujer, por sentir o verme diferente respecto a lo que los demás quieren atribuirme y ven en mí. Cómo me he alejado de las mujeres por odiar y serme extraño este papel de mujer estereotipada y cosificada. Cómo me he alejado de los hombres por sentir que no encajo, por envidiar esas partes de mí que han quedado escondidas y sin desarrollar (esos intereses y comportamientos que se vinculan más al género masculino) y por sentime desconfiada. No sabes cuántas veces he querido ser invisible, simplemente por no tener la seguridad de que, cuando se me mira, se me está viendo a mí, y no a un pedazo de carne. Y cómo, muy probablemente, esté estrechamente relacionado con la dismorfofobia que he padecido, la falta de autoestima, la depresión por no ser quien me imagino en mi mente que soy, la confusión de todo ello y las fobias, la tendencia a retirarme y esconderme y tener pensamientos obsesivos muy juiciosos. Así que no, ser mujer, no es algo que mole de por sí. Pero, ¿sabes qué? El misterio reside en que, tal vez, siendo hombre, me hubiera pasado lo mismo. Es imposible saberlo, y todo lo que sea imaginarse una vida más fácil siendo tal o cual cosa es fruto de un pensamiento mágico y alejado de la realidad.

De todas formas, compartiré algo que me confesó mi hermano, a quien le hicieron bullying en la escuela, diagnosticaron también fobia social y está en proceso de revisión de posible TEA: concluyó, con todo esto, que siendo mujer, él no podría haber soportado su existencia. Habiéndose criado con mujeres, y siendo muy observador, ha podido comprobar que ser mujer no es, ni de lejos, la panacea. Y él mismo no se siente cómodo con el estereotipo de hombre (ni de mujer), y se aleja de ellos a no ser que detecte algo de sinceridad y vulnerabilidad que le hagan sentir cómodo consigo mismo, sin tantas presiones ni juicios. ¿Por qué te explico lo de mi hermano y todo este rollo? Porque tal vez la clave no esté en demonizar al género contrario y desear atribuciones sociales superfluas y simplificadoras. Que puede que sentirte incomprendido y no comprender la realidad de los demás se retroalimente con los juicios que te haces a ti mismo y, en este caso, a las mujeres; y la manera que tienes de posicionarte férreamente en una idea de hombre de plástico y aunarnos a todas en un ejército de barbies frívolas y nacidas para el placer.

No sé, yo te recomendaría -dentro de lo posible- relacionarte con otras personas y realidades que se alejen del estereotipo que tanto daño parece hacerte. A mí, personalmente, con todos mis conflictos, me ha ido bien y es casi como un bálsamo relacionarme con gentes y perspectivas más flexibles y reflexivas.
Si no te sientes cómodo siendo hombre, prueba siendo hombre de otras maneras. Te aseguro que esto te acercará mucho más a las mujeres y a la realidad de ellas que pareces envidiar. Y dejarás de verlas como un objeto impenetrable y envidiable. Las verás... humanas.

No es una idea fantasiosa, mágica, infantil y desvirtuada de lo que es ser mujer, es la naturaleza femenina. No es el aspecto o la percepción de las mujeres, es el hecho objetivo (podríamos debatir esto, pero lo he investigado mucho). Usted es una minoría dentro de una minoría no va a cambiar lo que está sucediendo en la amplia mayoría.

Lo que usted le molesta, a mí me gustaría que me sucediera (obvio, con mujeres).

Alejarme de los estereotipos no ayuda en nada porque prácticamente es alejarme de la sociedad como un ermitaño, y yo no quiero eso. Ser hombre de otras maneras es imposible porque no soy gay, la forma en la que yo quiero ser las mujeres no lo permiten. Claro que las veo como humanas, pero como humanas de alto valor. Gracias, pero no necesito ni quiero respuestas lógicas.

Marquis escribió:La mayoría de las cosas que pones parten de visiones muy sesgadas de situaciones sociales en las que ayer mismo me dijiste que no participas y por lo tanto no entiendes. Y de esa típica forma de pensar superficial y solipsista en la que el resto del mundo solo puede ser una cosa a la vez que es la primera que veas, en este caso su género.

No son sesgos, son hechos.

Sinceramente parece que te estás montando un poco una película en tu cabeza que no te va a llevar a ningún lado... Nadie va a vivir tu vida por ti ni te la va a solucionar, es así, como le pasa al 99% de la humanidad, así que si esto te ayuda a desahogarte pues bueno, pero buscar culpas en el exterior de manera difusa no suele funcionar, sólo te vas a envenenar más y vas a seguir en la posición de partida.

@Volkami , no es muy sano compararse con nadie constantemente. Y todavía es más tóbxico compararse con todo un colectivo con el que no se puede generalizar.
Es decir,cada mujer es un mundo,igual  que hombre es un mundo.No se pueden diferenciar.Las cosas han cambiado mucho desde los años catapúm. Si asumes que cada mujer es persona antes de mujer,puede ser que te mejoren estos pensamientos tan negativos que te están perjudicando.

anidina escribió:@Volkami , no es muy sano compararse con nadie constantemente. Y todavía es más tóbxico compararse con todo un colectivo con el que no se puede generalizar.
Es decir,cada mujer es un mundo,igual  que hombre es un mundo.No se pueden diferenciar.Las cosas han cambiado mucho desde los años catapúm. Si asumes que cada mujer es persona antes de mujer,puede ser que te mejoren estos pensamientos tan negativos que te están perjudicando.

No puedo evitarlo.

La inferioridad depende del ángulo del obserador.

Portentoso escribió:La inferioridad depende del ángulo del obserador.

La inferioridad depende de los genes.