Noche en blanco satén.

Poco a poco, pequeñas bocanadas de aire tomo sin que éste desgarre mis agrietados pulmones, poco a poco empiezo a vivir nuevamente con ésta noche que vino y a la que esperaba, animal nocturno, respiro, miro, me reconozco envuelta en blanco satén, danzando una danza extraña que me hace levitar y sostenida de estrellas del más extraño ónix.
Las velas se expresan haciendo notar su presencia ante mí, tiñen el aire de un sutil tono ambarino, envolvente.
Poco a poco renazco con una pulsión, que inesperada vino.
Embrújame oscuridad, enséñame el camino perdido de los dioses que amaré en oraciones olvidadas.
Embrújame y vierte tu manto en mi mente.
Embrújame y renaceré en cada respiración ahora.
Embrújame, despiértame, elévame y seré tuya por siempre.
Seré tuya, noche mía, en mi primer y último aliento; eternizando en éste blanco satén que levita conmigo, tu dominio.
Mi sangre corrupta clama por tu dominio que es mi liberación.

Cuanta necesidad de expresarse.