Hilo de seguimiento de mis avances (o retrocesos)

Buenas noches a todos. Hace unos meses escribí varios hilos pero no he podido acceder a esa cuenta y me he tenido que hacer otra. Uno de los hilos era sobre cómo encontrar un psicólogo o psicóloga que te venga bien. Finalmente empecé la terapia y quería contar un poco mi experiencia tras unos pocos meses (empecé en enero).

Antes de nada, no quiero dar mensajes irreales tipo "si quieres puedes". Sé que la mayoría de las veces no se tiene acceso a terapia privada y que la pública está saturada y muchas veces no sirve para nada, además de que cada caso es un mundo y no sirven los consejos muy generales, y que a unas personas les resultará más difícil que a otras. Como digo, cada persona tiene sus circunstancias y no hay que comparar ni competir por ver quién está peor, ni culpar a nadie de ciertas cosas. También sé que hay muchos psicólogos incompetentes, yo he tenido suerte a la primera tras estar un mes buscando y sopesando, pero a veces no se corre la misma suerte. Dicho esto, animo siempre a ir al psicólogo a quien tenga la oportunidad de hacerlo.

Repito, este es MI caso particular y no quiero ir dando lecciones a nadie. Lo cuento porque en épocas de desesperación con este tema me hizo bien leer algún testimonio de gente que había mejorado, así que quiero contarlo por si le sirve a alguien y porque en cierto modo siento que me lo debo a mí mismo. También aclaro que por el momento no tengo un diagnóstico de fobia social como tal ni de TPE, pero mis problemas para relacionarme son un problema grave con o sin diagnóstico.

Breve resumen de mi vida/problema: desde pequeño he tenido una vida muy complicada por varios motivos, lo cual me dificultó mucho las relaciones sociales. En la niñez era muy tímido, pero en la adolescencia el problema creció hasta transformarse en angustia y miedo a la hora de relacionarme, mezclado con episodios depresivos en ocasiones bastante graves. A partir de los 18 años hubo una época en la que fui a mejor, pero tras la pandemia y el confinamiento pegué un retroceso brutal, estando incluso peor que antes a la hora de relacionarme y hacer amigos. Tras años dando rodeos sin encarar del todo mis problemas para relacionarme, acabé muy frustrado y di el paso de hacer terapia en serio. Como he dicho, mi vida nunca ha sido fácil y también estoy tratando otros problemas, aunque evidentemente aquí me centraré en la parte de socializar.

Mi experiencia con la terapia hasta ahora ha sido muy buena. Las dos primeras sesiones estuvieron dedicadas a contar mi vida y los motivos por los que voy, y a partir de ahí pasamos a indagar en el problema y tratar de ponerle solución. Esto, en mi opinión, se podría dividir en tres vertientes:

- Indagar en mi pasado y las vivencias que han podido provocar el problema. En esto creo que voy con cierta ventaja, ya que son muy obvias.

- Indagar en qué siento a la hora de tener interacciones con la gente, cuáles son los pensamientos intrusivos concretos, cómo me comporto en base a esas emociones y pensamientos, etc. En esto ya no llevo tanta ventaja, porque tengo dificultades para identificar emociones y contarlas (otro problema que estoy tratando). Tienen bastante peso los "deberes". Son algunos test, escribir algunas cosas para aclarar mi mente un poco e identificar las cosas, etc.

- La parte "práctica". Pasadas unas cuantas sesiones, comenzamos a ponerme "retos" cada semana (acercarme a alguien para preguntar algo, sacar tema de conversación con alguien, etc). Es lo que viene siendo la exposición gradual. Esto es esencial y es parte de la terapia, no una consecuencia que va después. No tiene sentido estar perpetuamente "preparándose mentalmente" para volver al mundo sin hacer nada realmente, yo llevo haciendo eso diez años y desde luego no funciona.

Esa exposición de la que hablo cuesta mucho, significa hacer cosas a pesar de la ansiedad e incomodidad que me generan, pero sé que es necesaria. En estos tres meses es evidente que no me ha dado tiempo a grandes cosas, pero de momento me ha dado buenos resultados. Mi experiencia hasta ahora ha sido enfrentarme a situaciones que me incomodan pero que puedo afrontar (que no hay que empezar la casa por el tejado, vamos), de manera que he visto que no tienen las consecuencias horribles que anticipo mentalmente, por lo que esa ansiedad va menguando a medida que las hago más veces. Pongo un ejemplo personal: hace unos meses me generaba algo de angustia preguntar a algún compañero de clase algo concreto sobre las clases (tipo "¿sabes cuándo se entrega el trabajo?"), pero a medida que lo he ido haciendo varias veces ha dejado de darme miedo, de manera que ahora me sale con relativa facilidad. Tras ese paso, lo siguiente ha sido sacar alguna conversación sobre temas académicos pero más generales, del estilo "¿qué tal llevas el examen?". Ahora estoy lidiando con salirme de temas estrictamente académicos y atreverme a acercarme a alguien para hablar de otra cosa. También estoy tratando de acercarme a grupos pequeños en vez de a una sola persona. Evidentemente hay personas que se muestran más agradables y abiertas y otras más "secas", pero no me he encontrado con las reacciones híper desagradables que mi mente anticipa siempre.

El motivo de que todo eso sea gradual, de menos a más, es obvio. Mi experiencia viviendo con este problema es que uno se encierra en sus pensamientos y su interpretación sesgada de la realidad, eso le lleva a una conducta acorde a esa visión distorsionada, y esa conducta refuerza esa visión negativa de uno mismo, entrando en un círculo vicioso que hay que romper por algún sitio. Pero hay que romperlo empezando por abajo, ya que al ponerse uno metas irreales lo común es que no las alcance, se frustre mucho más y se vea mucho más inepto socialmente.

Y bueno, de momento se me ocurre eso. Mi idea es ir poniendo aquí mis avances o las reflexiones que me vayan surgiendo. Quizá también algún consejo muy general, pero siempre desde mi opinión personal basada en mi caso, está claro que no soy ningún profesional ni puedo solucionarle nada a nadie. Seguramente este hilo pase desapercibido, pero me contento con que sirva para alguna persona por ahí, aunque sean sólo una o dos.

Hoy me apetece contar un pequeño avance que, como todo con estas cosas, aunque sea pequeño es importante y ya es un paso. Es algo un poco abstracto, así que trataré de explicarme lo mejor posible.

Al tener que modificar mis pensamientos y conductas interiorizadas durante tantos años, siento que en cierto modo me estoy "desprogramando". Esto implica aprender a ver la realidad de manera más objetiva y realista, es decir, no interpretarlo todo de manera que parezca que la gente me odia porque sí. Me está costando, porque es como si tuviera que obligar a mi propia cabeza a pensar de manera distinta. Ante mis pensamientos negativos, tengo que generar pensamientos positivos que sean una alternativa, y no sólo generarlos, sino de alguna manera obligarme a elegirlos. Con pensamientos positivos no me refiero a ver el mundo de color de rosa, de hecho mi visión del mundo en general es bastante pesimista. Me refiero a situaciones concretas que me generan pensamientos negativos sobre mí mismo y mis relaciones con los demás, pero que son pensamientos muy sesgados que sólo confirman una visión horrible de mí mismo.

Pues bien, uno de mis problemas es que tras tener interacciones sociales con desconocidos o gente a la que casi no conozco, me pongo a analizar toda la situación, en ocasiones de manera obsesiva. Para que os hagáis una idea de lo obsesivo que puede ser, he llegado a darle vueltas a situaciones ocurridas hace meses e incluso años. El problema es que como siempre pienso mal de mí mismo y doy por hecho que no caigo bien a los demás, lo interpreto todo de forma muy negativa. Por ejemplo, si en una conversación la otra persona hace algún gesto muy neutro o mira hacia otro lado unos segundos, yo pensaré que eso denota que la estoy aburriendo. También analizo mucho lo que yo he dicho, de manera que siempre encuentro, a fuerza de darle vueltas, que he dicho algo inapropiado o fácilmente malinterpretable, y que por tanto habrán pensado lo peor de mí.

Mi pequeño avance es que tras mis últimas interacciones sociales, he sabido mantener este problema más o menos a raya. Primero, no me asaltan esos pensamientos de manera repentina tanto como antes; segundo, aunque lo analice no suelo encontrar nada malo en las reacciones de los demás, y si lo encuentro me resulta más fácil deshacerme de esos pensamientos; y tercero, si interpreto alguna reacción o gesto de manera vagamente negativa, me da más igual que antes, en el sentido de que estoy aprendiendo a hacerme a la idea de que es imposible controlar lo que otros opinan de mí, y que mientras no haga daño a nadie eso me tiene que dar igual.

Como digo, no es algo que tenga del todo controlado ni mucho menos, pero sí que he mejorado. Es importante porque no se trata simplemente de no pasarlo tan mal al intentar relacionarme, también significa no tener tanta ansiedad a causa de ello cuando ya ha pasado, y por tanto no perder el tiempo dándole vueltas y concentrarme mejor en el resto de ámbitos de mi vida.

Vas bien. Los pensamientos son sólo pensamientos, nada más. ¿Cómo confrontar las estúpidas certezas que creemos que nos proporcionan? Confrontarlo con la realidad. Ensayo y error.
Y también tienes razón en sobreanalizar lo sucedido tiempo despúes. Sólo te ha faltado comentar en el otro sentido, lo de la ansiedad anticipatoria, de días e incluso de semanas antes de x evento.

Dave2 escribió:Buenas noches a todos. Hace unos meses escribí varios hilos pero no he podido acceder a esa cuenta y me he tenido que hacer otra. Uno de los hilos era sobre cómo encontrar un psicólogo o psicóloga que te venga bien. Finalmente empecé la terapia y quería contar un poco mi experiencia tras unos pocos meses (empecé en enero).

Antes de nada, no quiero dar mensajes irreales tipo "si quieres puedes". Sé que la mayoría de las veces no se tiene acceso a terapia privada y que la pública está saturada y muchas veces no sirve para nada, además de que cada caso es un mundo y no sirven los consejos muy generales, y que a unas personas les resultará más difícil que a otras. Como digo, cada persona tiene sus circunstancias y no hay que comparar ni competir por ver quién está peor, ni culpar a nadie de ciertas cosas. También sé que hay muchos psicólogos incompetentes, yo he tenido suerte a la primera tras estar un mes buscando y sopesando, pero a veces no se corre la misma suerte. Dicho esto, animo siempre a ir al psicólogo a quien tenga la oportunidad de hacerlo.

Repito, este es MI caso particular y no quiero ir dando lecciones a nadie. Lo cuento porque en épocas de desesperación con este tema me hizo bien leer algún testimonio de gente que había mejorado, así que quiero contarlo por si le sirve a alguien y porque en cierto modo siento que me lo debo a mí mismo. También aclaro que por el momento no tengo un diagnóstico de fobia social como tal ni de TPE, pero mis problemas para relacionarme son un problema grave con o sin diagnóstico.

Breve resumen de mi vida/problema: desde pequeño he tenido una vida muy complicada por varios motivos, lo cual me dificultó mucho las relaciones sociales. En la niñez era muy tímido, pero en la adolescencia el problema creció hasta transformarse en angustia y miedo a la hora de relacionarme, mezclado con episodios depresivos en ocasiones bastante graves. A partir de los 18 años hubo una época en la que fui a mejor, pero tras la pandemia y el confinamiento pegué un retroceso brutal, estando incluso peor que antes a la hora de relacionarme y hacer amigos. Tras años dando rodeos sin encarar del todo mis problemas para relacionarme, acabé muy frustrado y di el paso de hacer terapia en serio. Como he dicho, mi vida nunca ha sido fácil y también estoy tratando otros problemas, aunque evidentemente aquí me centraré en la parte de socializar.

Mi experiencia con la terapia hasta ahora ha sido muy buena. Las dos primeras sesiones estuvieron dedicadas a contar mi vida y los motivos por los que voy, y a partir de ahí pasamos a indagar en el problema y tratar de ponerle solución. Esto, en mi opinión, se podría dividir en tres vertientes:

- Indagar en mi pasado y las vivencias que han podido provocar el problema. En esto creo que voy con cierta ventaja, ya que son muy obvias.

- Indagar en qué siento a la hora de tener interacciones con la gente, cuáles son los pensamientos intrusivos concretos, cómo me comporto en base a esas emociones y pensamientos, etc. En esto ya no llevo tanta ventaja, porque tengo dificultades para identificar emociones y contarlas (otro problema que estoy tratando). Tienen bastante peso los "deberes". Son algunos test, escribir algunas cosas para aclarar mi mente un poco e identificar las cosas, etc.

- La parte "práctica". Pasadas unas cuantas sesiones, comenzamos a ponerme "retos" cada semana (acercarme a alguien para preguntar algo, sacar tema de conversación con alguien, etc). Es lo que viene siendo la exposición gradual. Esto es esencial y es parte de la terapia, no una consecuencia que va después. No tiene sentido estar perpetuamente "preparándose mentalmente" para volver al mundo sin hacer nada realmente, yo llevo haciendo eso diez años y desde luego no funciona.

Esa exposición de la que hablo cuesta mucho, significa hacer cosas a pesar de la ansiedad e incomodidad que me generan, pero sé que es necesaria. En estos tres meses es evidente que no me ha dado tiempo a grandes cosas, pero de momento me ha dado buenos resultados. Mi experiencia hasta ahora ha sido enfrentarme a situaciones que me incomodan pero que puedo afrontar (que no hay que empezar la casa por el tejado, vamos), de manera que he visto que no tienen las consecuencias horribles que anticipo mentalmente, por lo que esa ansiedad va menguando a medida que las hago más veces. Pongo un ejemplo personal: hace unos meses me generaba algo de angustia preguntar a algún compañero de clase algo concreto sobre las clases (tipo "¿sabes cuándo se entrega el trabajo?"), pero a medida que lo he ido haciendo varias veces ha dejado de darme miedo, de manera que ahora me sale con relativa facilidad. Tras ese paso, lo siguiente ha sido sacar alguna conversación sobre temas académicos pero más generales, del estilo "¿qué tal llevas el examen?". Ahora estoy lidiando con salirme de temas estrictamente académicos y atreverme a acercarme a alguien para hablar de otra cosa. También estoy tratando de acercarme a grupos pequeños en vez de a una sola persona. Evidentemente hay personas que se muestran más agradables y abiertas y otras más "secas", pero no me he encontrado con las reacciones híper desagradables que mi mente anticipa siempre.

El motivo de que todo eso sea gradual, de menos a más, es obvio. Mi experiencia viviendo con este problema es que uno se encierra en sus pensamientos y su interpretación sesgada de la realidad, eso le lleva a una conducta acorde a esa visión distorsionada, y esa conducta refuerza esa visión negativa de uno mismo, entrando en un círculo vicioso que hay que romper por algún sitio. Pero hay que romperlo empezando por abajo, ya que al ponerse uno metas irreales lo común es que no las alcance, se frustre mucho más y se vea mucho más inepto socialmente.

Y bueno, de momento se me ocurre eso. Mi idea es ir poniendo aquí mis avances o las reflexiones que me vayan surgiendo. Quizá también algún consejo muy general, pero siempre desde mi opinión personal basada en mi caso, está claro que no soy ningún profesional ni puedo solucionarle nada a nadie. Seguramente este hilo pase desapercibido, pero me contento con que sirva para alguna persona por ahí, aunque sean sólo una o dos.

Me alegro que estes avanzando, es muy bueno que te este funcionando la exposicion gradual es una de las mejores formas de salir de ahi si llegas a tener paciencia y aguante.
En mi experiencia llevo años sin fobia ni miedos de ningun tipo con personas pero aun sigo andando por estos lados de año en año (aveces mas aveces menos o aveces nada).

Algo que yo entendi para solucionar la fobia o ansiedad o como quieras decirle es primero ver la raiz, como ya lo hiciste, otra es ver si se tiene depresion para solucionar eso en conjunto y otra la mas importante :

Ponerse en situaciones limite, para darse cuenta que no era para tanto. Como hago eso ? enfretarte a todo, solo sin apoyo. Normalmente la gente con fobia social tiene un colchon de comodidad, o la familia, o el estado o herencias hacen que te duermas y llores de todo, siendo un niño grande y no hace falta ser millonario, con solo tener asegurada una cama y comida es suficiente para la persona permitirse el lujo de victimizarse y llorar quedandose quieto por años.
( esto no funciona para todos, hay gente que de verdad necesita medicamentos porque hay algo malo en su cabeza, siempre hay que ir al medico y ver las opciones )

Que tengas todo regalado solo hace que te comportes como un niño y que llores cuando algo no te sale bien o como crees que deberia, la realidad es que no, el mundo y las personas no funcionan como crees que deberia ser y nunca lo va a ser aceptar esto de corazon y estar en paz hace que estes mas cerca de "curarte"

Por ahi lei, no recuerdo donde pero siempre lo tengo en cuenta.

Para vivir en paz hay que perder la esperanza, ver la realidad y no caer en la desesperacion, si lo pensamos bien que es una persona depresiva/fobica/x alguien que perdio la esperanza vio la realidad y cayo en la desesperacion. Tener mucha esperanza tambien esta mal, solo vivis en sueño e imaginacion. Mientras mas ames el mundo tal y como es, mas rapido va a ser la recuperacion.

Segui exponiendote, con errores y verguenzas pero hacelo, la gente viene y va. Nadie se queda con tu recuerdo o con lo que hayas dicho o hecho mucho tiempo.

Dave2 escribió:Hoy me apetece contar un pequeño avance que, como todo con estas cosas, aunque sea pequeño es importante y ya es un paso. Es algo un poco abstracto, así que trataré de explicarme lo mejor posible.

Al tener que modificar mis pensamientos y conductas interiorizadas durante tantos años, siento que en cierto modo me estoy "desprogramando". Esto implica aprender a ver la realidad de manera más objetiva y realista, es decir, no interpretarlo todo de manera que parezca que la gente me odia porque sí. Me está costando, porque es como si tuviera que obligar a mi propia cabeza a pensar de manera distinta. Ante mis pensamientos negativos, tengo que generar pensamientos positivos que sean una alternativa, y no sólo generarlos, sino de alguna manera obligarme a elegirlos. Con pensamientos positivos no me refiero a ver el mundo de color de rosa, de hecho mi visión del mundo en general es bastante pesimista. Me refiero a situaciones concretas que me generan pensamientos negativos sobre mí mismo y mis relaciones con los demás, pero que son pensamientos muy sesgados que sólo confirman una visión horrible de mí mismo.

Pues bien, uno de mis problemas es que tras tener interacciones sociales con desconocidos o gente a la que casi no conozco, me pongo a analizar toda la situación, en ocasiones de manera obsesiva. Para que os hagáis una idea de lo obsesivo que puede ser, he llegado a darle vueltas a situaciones ocurridas hace meses e incluso años. El problema es que como siempre pienso mal de mí mismo y doy por hecho que no caigo bien a los demás, lo interpreto todo de forma muy negativa. Por ejemplo, si en una conversación la otra persona hace algún gesto muy neutro o mira hacia otro lado unos segundos, yo pensaré que eso denota que la estoy aburriendo. También analizo mucho lo que yo he dicho, de manera que siempre encuentro, a fuerza de darle vueltas, que he dicho algo inapropiado o fácilmente malinterpretable, y que por tanto habrán pensado lo peor de mí.

Mi pequeño avance es que tras mis últimas interacciones sociales, he sabido mantener este problema más o menos a raya. Primero, no me asaltan esos pensamientos de manera repentina tanto como antes; segundo, aunque lo analice no suelo encontrar nada malo en las reacciones de los demás, y si lo encuentro me resulta más fácil deshacerme de esos pensamientos; y tercero, si interpreto alguna reacción o gesto de manera vagamente negativa, me da más igual que antes, en el sentido de que estoy aprendiendo a hacerme a la idea de que es imposible controlar lo que otros opinan de mí, y que mientras no haga daño a nadie eso me tiene que dar igual.

Como digo, no es algo que tenga del todo controlado ni mucho menos, pero sí que he mejorado. Es importante porque no se trata simplemente de no pasarlo tan mal al intentar relacionarme, también significa no tener tanta ansiedad a causa de ello cuando ya ha pasado, y por tanto no perder el tiempo dándole vueltas y concentrarme mejor en el resto de ámbitos de mi vida.

No habia leido esta parte xd.

Pero si es asi, a todo el mundo le das igual al final del dia se van a sus casas a dormir y siguen haciendo su vida. Va a haber gente a la que no le caigas bien, o no quieran estar a tu lado pero que mas da ? Tenes que pensar que incluso ellos mismos son la molestia de alguien, a ellos tambien alguien los odia, o alguien no los aguanta todos somos el estorbo de alguien asi que que mas da pensar y darle vueltas a lo que piense alguien de uno , segui cometiendo errores y vas a encontrar tu nido, despues de haber aprendido todo por haberlo echo mal. Es lo que hay, y es lo que toca

VCZ escribió:Vas bien. Los pensamientos son sólo pensamientos, nada más. ¿Cómo confrontar las estúpidas certezas que creemos que nos proporcionan? Confrontarlo con la realidad. Ensayo y error.
Y también tienes razón en sobreanalizar lo sucedido tiempo despúes. Sólo te ha faltado comentar en el otro sentido, lo de la ansiedad anticipatoria, de días e incluso de semanas antes de x evento.

Ciertamente, el tema de la anticipación también me ha supuesto un problema siempre. Es una putada muy grande, ya que se suele caer en una profecía autocumplida: pienso que voy a actuar de forma extraña o que me entrarán ciertos síntomas o lo que sea ---> de tanto pensarlo me acabo comportando de forma "rara" o me entran esos síntomas ---> confirmo mis sesgos y me veo peor a mí mismo. Otras veces directamente he evitado el evento en cuestión si he podido. Como digo en los mensajes anteriores, es un círculo vicioso que hay que romper por algún sitio.

Ahora estoy en un punto algo intermedio. No tengo controlada la ansiedad anticipatoria, ya que le doy bastantes vueltas a situaciones que están por venir. Sin embargo, no tengo tanto como antes esos pensamientos de "lo voy a hacer mal", "me rechazarán sin más", etc. Pienso bastantes en esas situaciones futuras, pero me decanto más a pensar que actuaré con normalidad y que no tiene por qué salir mal.

Hoy vengo a contar algo que me dio que pensar el otro día. Una cosa que me pasa es que cuando pienso en acercarme a alguien, le doy muchas vueltas a qué persona es la "adecuada". No sólo se trata de que sea alguien que me da buena espina, esto es normal, es que le doy tantas vueltas que me acabo montando una película enorme sobre gente que no conozco. Si veo a una persona aparentemente tímida, callada o que pasa relativamente desapercibida, pienso que si me acerco quizá le moleste o incomode. Esto es muy irónico porque, por esa regla de tres, los demás tendrían que pensar lo mismo de mí. Si por el contrario veo a alguien aparentemente abierto y sociable, que se le ve relacionándose con mucha gente, me impone muchísimo porque me siento inferior, por lo que pienso que no le voy a interesar. Esto me lleva a prejuzgar mucho a la gente, no de manera negativa hacia ellos, pero a fin de cuentas es prejuzgar. Precisamente me pasa con esas personas que se las ve muy "sueltas" socialmente, que parecen el alma de la fiesta y no dirías a simple vista que son tímidas o introvertidas. Como digo, automáticamente siento que no me van a prestar atención.

Pues bien, el otro día por casualidad acabé hablando con una persona que me daba esa sensación. Fue por casualidad porque no me acerqué a ella directamente ni ella a mí, sino que hubo otra persona que hizo de "puente". El caso es que me imponía, pero hablé con ella durante unos pocos minutos y... resultó ser una persona totalmente normal, que hablaba conmigo de manera normal y que, evidentemente, no me hizo ningún feo.

Esto igual parece una tontería, pero me ayudó a empezar a quitarme ese miedo absurdo. Es obvio que hay gente desagradable por el mundo, pero de ahí a que cualquiera que parezca abierto y sociable vaya a hacerte un desplante hay un abismo. Yo, y estoy seguro de que otros muchos con estos problemas, tendemos a montarnos películas muy extrañas y a formarnos ideas totalmente erróneas. Y como han dicho por ahí arriba, la forma de combatir estas ideas es enfrentarse a la realidad y darse cuenta de que son eso, películas que uno se hace en su cabeza.

Además, añado que el hecho de que una persona parezca muy sociable no significa que no le cueste esfuerzo serlo. Quizá la veamos con su círculo de amigos y pensemos que es así siempre o que no le ha costado estar ahí, pero a lo mejor se comporta así sólo por estar en confianza y también es tímida. Yo personalmente he tenido épocas de sentirme tan solo y raro, que he sentido que estaba en una burbuja con mi problema y que fuera de esa burbuja todos se relacionan de forma "normal". Aunque en teoría sepa que hay un porcentaje de población con FO o similares, que hay miles de personas en esa situación, luego me veía en entornos con otra gente y me parecía que todo el mundo "funcionaba bien" menos yo, y nada más lejos de la realidad. No digo, ni mucho menos, que los problemas o el sufrimiento de los demás tengan que consolarnos, pero sí creo que debemos ser conscientes de que no somos los únicos con problemas sociales o con vulnerabilidades en general. Hay gente más segura que otra, pero todos somos vulnerables en algún sentido.

Yo he confesado a mis amistades más cercanas que tuve TAS. Ciertamente, no me creen diciéndome de ser cierto, no podría de ninguna manera socializar de la forma en la que lo hago.

A consecuencia de esta sintomatología, dicha persona evita situaciones en las que siente que se expone y que pueden ser humillantes o embarazosas y, al evitarlas, se siente segura. Sin embargo, esto provoca un efecto rebote que aumenta el miedo de manera progresiva, incluso hasta llegar a aislarse o reducir el contacto social con personas conocidas o familiares. Las redes sociales disminuyen el contacto presencial haciendo que haya más posibilidades de socializar sin exponerse. Siendo raro para mis amigas que hable con naturalidad con desconocid@s en Eventos y Reuniones.

No supere mi Fobia Social de la noche a la mañana. Me costó demasiado esfuerzo conseguirlo, dedicándole cinco años a las Psicoterapias. Superando los pensamientos corrosivos, tan intrusivos e interferentes que son uno de los principales problemas, además de que condicionan y aumentan el malestar fisiológico y psicológico afectando nuestra autoestima haciendo que nos sintamos indign@s e inferiores a los demás.

El entrenamiento en habilidades sociales y el entrenamiento en asertividad son procesos que permite fortalecer la confianza y autoestima. Permitiéndonos hablar sin miedo con quienes nos rodean.

Dave2 escribió:Hoy vengo a contar algo que me dio que pensar el otro día. Una cosa que me pasa es que cuando pienso en acercarme a alguien, le doy muchas vueltas a qué persona es la "adecuada". No sólo se trata de que sea alguien que me da buena espina, esto es normal, es que le doy tantas vueltas que me acabo montando una película enorme sobre gente que no conozco. Si veo a una persona aparentemente tímida, callada o que pasa relativamente desapercibida, pienso que si me acerco quizá le moleste o incomode. Esto es muy irónico porque, por esa regla de tres, los demás tendrían que pensar lo mismo de mí. Si por el contrario veo a alguien aparentemente abierto y sociable, que se le ve relacionándose con mucha gente, me impone muchísimo porque me siento inferior, por lo que pienso que no le voy a interesar. Esto me lleva a prejuzgar mucho a la gente, no de manera negativa hacia ellos, pero a fin de cuentas es prejuzgar. Precisamente me pasa con esas personas que se las ve muy "sueltas" socialmente, que parecen el alma de la fiesta y no dirías a simple vista que son tímidas o introvertidas. Como digo, automáticamente siento que no me van a prestar atención.

Pues bien, el otro día por casualidad acabé hablando con una persona que me daba esa sensación. Fue por casualidad porque no me acerqué a ella directamente ni ella a mí, sino que hubo otra persona que hizo de "puente". El caso es que me imponía, pero hablé con ella durante unos pocos minutos y... resultó ser una persona totalmente normal, que hablaba conmigo de manera normal y que, evidentemente, no me hizo ningún feo.

Esto igual parece una tontería, pero me ayudó a empezar a quitarme ese miedo absurdo. Es obvio que hay gente desagradable por el mundo, pero de ahí a que cualquiera que parezca abierto y sociable vaya a hacerte un desplante hay un abismo. Yo, y estoy seguro de que otros muchos con estos problemas, tendemos a montarnos películas muy extrañas y a formarnos ideas totalmente erróneas. Y como han dicho por ahí arriba, la forma de combatir estas ideas es enfrentarse a la realidad y darse cuenta de que son eso, películas que uno se hace en su cabeza.

Además, añado que el hecho de que una persona parezca muy sociable no significa que no le cueste esfuerzo serlo. Quizá la veamos con su círculo de amigos y pensemos que es así siempre o que no le ha costado estar ahí, pero a lo mejor se comporta así sólo por estar en confianza y también es tímida. Yo personalmente he tenido épocas de sentirme tan solo y raro, que he sentido que estaba en una burbuja con mi problema y que fuera de esa burbuja todos se relacionan de forma "normal". Aunque en teoría sepa que hay un porcentaje de población con FO o similares, que hay miles de personas en esa situación, luego me veía en entornos con otra gente y me parecía que todo el mundo "funcionaba bien" menos yo, y nada más lejos de la realidad. No digo, ni mucho menos, que los problemas o el sufrimiento de los demás tengan que consolarnos, pero sí creo que debemos ser conscientes de que no somos los únicos con problemas sociales o con vulnerabilidades en general. Hay gente más segura que otra, pero todos somos vulnerables en algún sentido.

Tus pensamientos van mucho por el camino de la superacion de esto, estas entendiendo y aceptando muchas cosas me alegro, segui asi a tu tiempo pero siempre para adelante

Apuntate al Gym y ponte cachas, ya veras como la gente te respetara mas.

Okami escribió:

Yo he confesado a mis amistades más cercanas que tuve TAS. Ciertamente, no me creen diciéndome de ser cierto, no podría de ninguna manera socializar de la forma en la que lo hago.

A consecuencia de esta sintomatología, dicha persona evita situaciones en las que siente que se expone y que pueden ser humillantes o embarazosas y, al evitarlas, se siente segura. Sin embargo, esto provoca un efecto rebote que aumenta el miedo de manera progresiva, incluso hasta llegar a aislarse o reducir el contacto social con personas conocidas o familiares. Las redes sociales disminuyen el contacto presencial haciendo que haya más posibilidades de socializar sin exponerse. Siendo raro para mis amigas que hable con naturalidad con desconocid@s en Eventos y Reuniones.

No supere mi Fobia Social de la noche a la mañana. Me costó demasiado esfuerzo conseguirlo, dedicándole cinco años a las Psicoterapias. Superando los pensamientos corrosivos, tan intrusivos e interferentes que son uno de los principales problemas, además de que condicionan y aumentan el malestar fisiológico y psicológico afectando nuestra autoestima haciendo que nos sintamos indign@s e inferiores a los demás.

El entrenamiento en habilidades sociales y el entrenamiento en asertividad son procesos que permite fortalecer la confianza y autoestima. Permitiéndonos hablar sin miedo con quienes nos rodean.

Espero llegar algún día al punto en el que te encuentras tú, de hecho tus aportaciones contando tu superación fueron de esos testimonios que me animaron a buscar ayuda psicológica hace unos meses. Sé que me costará pero los pequeños avances hasta ahora me animan a seguir. Trato de ponerme metas realistas a corto plazo. A largo plazo no espero ser tampoco el rey de la fiesta, no tengo necesidad de ello, pero sí a socializar con más normalidad y facilidad.

Efectivamente, ese efecto rebote del que hablas es a lo que me refiero cuando hablo de entrar en un círculo vicioso. Evitar situaciones nos calma en ese momento, pero a la larga nos provoca inseguridad y confirmamos nuestros pensamientos de que somos incapaces de relacionarnos.

Yo personalmente no uso redes sociales, la verdad es que no me gustan. Pueden ser útiles y se puede conocer a gente, pero me parecen un arma de doble filo precisamente por lo que tú dices. Aun así me alegro de la gente a la que le vayan bien y le sirvan para hacer amistades.

La autoestima también es algo en lo que estoy trabajando con ayuda de la terapia, ya que desde el principio fue fácil identificar mi falta de ella como uno de los focos del problema. Los pequeños avances de los que hablo me han ayudado a sentirme algo mejor conmigo mismo, ya que al empezar a acercarme a algunas personas en ocasiones me han dicho cosas buenas de mí, además de que enfrentar la ansiedad y ver que soy capaz de hacer cosas obviamente me ayuda mucho en ese sentido.

Dave2 escribió:Pase por ese mismo proceso hace un par de años, y te puedo garantizar que con los años uno llega a metamorfosear y recalibrar su mente aunque sea paulatino llega el momento en donde lo integras totalmente y te resulta menos difícil asignarle una visión neutra y racional a cualquier interacción social, logrando salir y ver más allá de ese paradigma.

Pase por ese mismo proceso hace un par de años, y te puedo garantizar que con los años uno llega a metamorfosear y recalibrar su mente aunque sea paulatino llega el momento en donde lo integras totalmente y te resulta menos difícil asignarle una visión neutra y racional a cualquier interacción social, logrando salir y ver más allá de ese paradigma.

Okami escribió:

Yo he confesado a mis amistades más cercanas que tuve TAS. Ciertamente, no me creen diciéndome de ser cierto, no podría de ninguna manera socializar de la forma en la que lo hago.

También me es una constante, nadie me imagina que en un pasado trágico padeciendo de mutismo selectivo, tas o problemas muy acentuados de socialización... como tampoco asocian ningún rasgo con mi actual forma de ser o llegarían a sospechar e identificarme de leer alguno de mis antiguos escritos y relatos en donde todo es intensamente sufrido y melancólico.

Aunque como escritor y dibujante realmente lo prefiero así, al ser muy dado a la idea de que es necesario separar el autor de su obra hehe.

@Suriam Por curiosidad, y perdona si me meto donde no me llaman, ¿lo superaste con ayuda de terapia psicológica? En cualquier caso, me alegro de que lo superaras.

Lo del mutismo selectivo también me da curiosidad. Nunca he hablado con nadie que lo sufra o lo haya sufrido (al menos que yo sepa), y el único caso que conozco un poco de oidas era el de una niña bastante pequeña. Al buscar información siempre me aparece relacionado con niños, ¿era tu caso? De nuevo disculpa si pregunto demasiado, contesta solo si quieres.

Yo de pequeño era muy tímido, el típico niño que con gente que no conoce o conoce poco se queda rezagado y hay que sacarle las palabras con sacacorchos. Esas situaciones, si bien eran incómodas, no me paralizaban ni me generaban un miedo extremo. Sin embargo, hubo dos situaciones concretas en los que me quedé tan paralizado que fui incapaz de articular palabra. Fueron ambas con 10-12 años, época en la que estaba pasando de la simple timidez a un problema mayor. Además no eran ni mucho menos situaciones amenazantes u objetivamente incómodas, de hecho en teoría eran todo lo contrario, por lo que se me juzgó como un niño maleducado y gratuitamente desagradable, con la consiguiente bronca monumental en ambos casos. Evidentemente esas broncas solo agravaron el problema, ya que no se indagó en por qué me comportaba así ni tuve un ambiente receptivo para explicar lo que sentía, simplemente se me culpó. Han pasado más de diez años y sigo con esos dos días grabados a fuego, ya que tomándolos como algo aislado quizá no supongan un trauma como tal, pero en el caldo de cultivo previo que ya había sí que supusieron un antes y un después.

Comento esto porque siempre me ha pasado algo que no sé si será muy extraño. Me resulta incómodo socializar con desconocidos delante de gente conocida porque me siento observado. De pequeño ya me pasaba, me desenvolvía mucho peor con otros niños si mis padres u otros familiares estaban delante. Esto fue aumentando con los años y a día de hoy es algo que no me he podido quitar de encima, aunque en los últimos años ha disminuido bastante ese miedo porque las circunstancias obligan a ello. Esas dos veces que me quedé paralizado acentuaron muchísimo mis temores en ese sentido, ya que a partir de ahí confirmé de algún modo que me estaban observando y juzgando, y que si me relacionaba de manera inadecuada me lo iban a reprochar. Ya siendo adulto la cosa pasó de sentirme observado por conocidos a sentirme observado por desconocidos.

La parte buena es que en estos últimos meses he ido controlando más este asunto. No se ha dado la situación de tener que relacionarme con desconocidos delante de mis amigos o familia, pero cuando pienso en situaciones en las que podría pasar, prácticamente no me da ansiedad o miedo. En cuanto a los desconocidos, soy consciente de que a la gente le da exactamente igual si me acerco a hablar a un compañero de clase o amigo suyo, ni siquiera van a reparar en ello. Así que bueno, cuento esto como avance.

Bueno, aquí vengo otra vez a contar mis pequeños pasos. Esta última semana me atreví a acercarme a pequeños grupos (3 o 4 personas) e iniciar alguna concervasión o incluirme en lo que estaban hablando (obviamente cuando lo que hablan no es nada muy personal de ellos, sino temas más generales). Tuve la suerte de dar con gente muy maja y sentirme incluido desde el principio. Como es gente que ya se conoce bastante entre ella o eso parece, a veces hacían referencia a cosas o temas que tienen entre ellos, pero todo dentro de la normalidad, no de manera que me excluyesen. A veces me surgían mis típicos pensamientos de "estoy molestando", "estoy siendo pesado" o "les estoy aburriendo", pero me fue mucho más fácil que hace unos meses desechar esos pensamientos y seguir con la conversación de manera fluida. También estuve casi todo el rato sin disociar, cosa que también es un avance porque es muy común que ese tipo de contactos empiece a sufrir una suerte de despersonalizaciones intermitentes, como si me estuviera yendo del mundo y volviendo constantemente. Es otro de esos pasos en los que me atrevo a socializar de alguna forma y veo que no ocurre ninguna catástrofe, por lo que la ansiedad va disminuyendo. Además estas cosas me ayudan con el tema de la autoestima, ya que recibir cierto feedback y ver que se interesan por cosas que digo me hace sentir bien y me voy convenciendo de que tengo algún interés para los demás.

Otra cosa que quiero comentar es que en los últimos años me he estado "rindiendo" muy rápido. Si trataba de hablar con alguien, aparte de que me ponía muy nervioso y empezaba a disociar en extremo, si veía que esa persona no me seguía el rollo muy activamente lo veía como un fracaso y era peor, porque confirmaba mis temores y me retraía más. No es que estas personas me hablaran mal ni nada, me refiero a una actitud neutra que yo interpretaba como falta de interés, no sé si real o no. Pues bien, en las últimas semanas he tenido acercamientos de ese tipo, contactos muy neutros en los que no he notado mucho interés por mí, pero me ha dado prácticamente igual. No he pensado automáticamente que les caiga mal, básicamente porque ha dado tiempo para caer mal ni bien, simplemente he pensado que no ha habido "conexión" o esa persona es tímida o lo que sea, y a otra cosa. Quizá no les interese, pero tampoco se puede interesar a todo el mundo.