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Historias de Vallelargo
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Historias de Vallelargo
Hacía muchos años que no iba al rastro de la ciudad, me gusta, pero es incómodo ya que para ir al rastro de la ciudad hay que ir a la ciudad primeramente, de todas formas fui y pude ver un puesto a rebosar de libros, por supuesto que fui directo para allá. Siempre tuve una especial predilección por los libros, siempre me gustó leer, aunque la mitad de los que poseo están sin estrenar, pero me gusta tenerlos y ver como lucen en la estantería, me gustan sobre todo los libros viejos, creo que le dan categoría a mi domicilio. No se si esto es muy común o son manías de un fóbico social pero me da igual.
Decía que fui directo al puesto de libros y el aspecto de uno de ellos llamó mi atención, no había en el un título ni un nombre de autor ni nada. Era un libro granate, no un granate uniforme sino varios granates que transicionaban entre si por medio de degradados, tenía pinta de ser viejo, cuando lo abrí me di cuenta de que era un diario y sin apenas leer nada quise comprarlo. Le pregunté el precio al vendedor y le pagué lo que me dijo sin rechistar, en estos lugares se suele regatear, pero yo, alejado como estoy de comportamientos humanos convencionales quise acabar rápido con la interacción social.
El contenido del diario me fascinó, tanto que cuando lo finalicé deseé tener más información sobre las peripecias del autor del mismo. Volví al rastro la semana siguiente y puede ver más libros parecidos que resultaros ser también diarios, ni que decir tiene que mi hice con todos. Algunos de los diarios que compré eran del mismo autor pero lo más sorprendente era que otros eran diarios de sus vecinos, gente de lo que yo había leído en los diarios del primer autor ¿Cómo era posible? ¿Cómo había llegado todo eso ahí? La lectura de los mismos me llevó a realizar una investigación que aún no he acabado, el proceso de reconstruir todos los hechos es largo y tedioso y tengo la necesidad de compartirlo con alguien.
Todos estos diarios están escritos en un lugar conocido como el Valle Largo o Vallelargo, en las notas que tengo en mi poder aparece de las dos maneras por lo que en esta narración utilizaré ambos nombres, no seguiré ningún tipo de lógica sino que usaré Valle Largo o Vallelargo según el humor que tenga.
Valle Largo pues, es un lugar del que desconozco su ubicación exacta, aunque a juzgar por lo que he podido saber de el y de las gentes que allí viven así como de sus modos de vida, puedo suponer que se encuentra en algún lugar de lo que llamamos “occidente”
Realmente no sabría como clasificar a Vallelargo, si como zona residencial o como pueblo, a mi personalmente me recuerda a uno de esos barrios norteamericanos donde los niños van en bici repartiendo periódicos. Casas aquí y allá con sus jardincitos, sus vallados y sus buzones. Como su nombre indica, estaba situado en un valle entre grandes colinas y a la orilla de un lago. Según he podido leer, había cerca otras pequeñas poblaciones así como una ciudad por lo que no era un lugar incomunicado, además de los coches privados de cada vecino, un autobús pasaba a diario por Vallelargo en dirección a otros lugares.
Las casas, salvo excepciones, no compartían un mismo estilo ni un mismo tamaño. Las había grandes, arrogantes y poderosas y también pequeñas y humildes. Las pertenecientes al primer grupo eran aquellas que se veían al entrar en Vallelargo por la entrada sur, cruzando el puente sobre el lago, mientras que las casas más pobres se encontraban en el norte, en la zona más escarpada, cerca de los bosques, y es que “ a los ricos les gusta la ribera”, como dice uno de los personajes de los diarios. Pero no había solo casas en Vallelargo, había allí un parque lleno de árboles en el medio del cual había un estanque, el parque era atravesado por numerosos caminitos de piedra y estaba salpicado con unos cuantos bancos que servían de descanso a las gentes del lugar.
Había también un supermercado de tamaño bastante generoso teniendo en cuenta el tamaño de la población que estamos describiendo además de un pequeño centro comercial, por favor no piensen en lo que hoy en día conocemos como tal, no había allí ningún C&A ni ningún Sprinfield. Piensen más bien en comercios locales que estaban dentro del mismo edificio.
Supongo yo que el Valle Largo contaría con más servicios, pero no ha llegado a mi ningún tipo de información al respecto por lo que me detendré aquí en cuanto a este tipo de descripciones. Tengo sin embargo bastante información sobre la gente que allí vivía, de verdad que es mucha, tanta que no se por donde empezar…
Hay gente de toda clase y condición, aquí en mis notas puedo leer familia rica y conservadora, muy apegada a las viejas costumbres, suena en verdad interesante. Hay también otra familia, pero esta se describe como desestructurada, esto último quizá sea más cotidiano y no nos ofrezca gran novedad. Algunas de las notas dicen, hablando de los demás habitantes, hombre solitario y tacaño, mujer ambiciosa, mujer libre y despreocupada, hombre infiel, matrimonio “de toda la vida”…
¿Qué clase de vida llevará esta gente en el Valle Largo? ¿Cómo se relacionarán unos con otros? ¿Toda la información que tengo es verídica o han fantaseado aquellos que la han inmortalizado para que llegase a mi? Cosas extrañas hay desde luego, están invitados, si gustan, a seguir las siguientes publicaciones donde intentaremos recrear, por medio de diarios y artículos de prensa, la historia de este lugar.
No dejará indiferente a nadie.
Decía que fui directo al puesto de libros y el aspecto de uno de ellos llamó mi atención, no había en el un título ni un nombre de autor ni nada. Era un libro granate, no un granate uniforme sino varios granates que transicionaban entre si por medio de degradados, tenía pinta de ser viejo, cuando lo abrí me di cuenta de que era un diario y sin apenas leer nada quise comprarlo. Le pregunté el precio al vendedor y le pagué lo que me dijo sin rechistar, en estos lugares se suele regatear, pero yo, alejado como estoy de comportamientos humanos convencionales quise acabar rápido con la interacción social.
El contenido del diario me fascinó, tanto que cuando lo finalicé deseé tener más información sobre las peripecias del autor del mismo. Volví al rastro la semana siguiente y puede ver más libros parecidos que resultaros ser también diarios, ni que decir tiene que mi hice con todos. Algunos de los diarios que compré eran del mismo autor pero lo más sorprendente era que otros eran diarios de sus vecinos, gente de lo que yo había leído en los diarios del primer autor ¿Cómo era posible? ¿Cómo había llegado todo eso ahí? La lectura de los mismos me llevó a realizar una investigación que aún no he acabado, el proceso de reconstruir todos los hechos es largo y tedioso y tengo la necesidad de compartirlo con alguien.
Todos estos diarios están escritos en un lugar conocido como el Valle Largo o Vallelargo, en las notas que tengo en mi poder aparece de las dos maneras por lo que en esta narración utilizaré ambos nombres, no seguiré ningún tipo de lógica sino que usaré Valle Largo o Vallelargo según el humor que tenga.
Valle Largo pues, es un lugar del que desconozco su ubicación exacta, aunque a juzgar por lo que he podido saber de el y de las gentes que allí viven así como de sus modos de vida, puedo suponer que se encuentra en algún lugar de lo que llamamos “occidente”
Realmente no sabría como clasificar a Vallelargo, si como zona residencial o como pueblo, a mi personalmente me recuerda a uno de esos barrios norteamericanos donde los niños van en bici repartiendo periódicos. Casas aquí y allá con sus jardincitos, sus vallados y sus buzones. Como su nombre indica, estaba situado en un valle entre grandes colinas y a la orilla de un lago. Según he podido leer, había cerca otras pequeñas poblaciones así como una ciudad por lo que no era un lugar incomunicado, además de los coches privados de cada vecino, un autobús pasaba a diario por Vallelargo en dirección a otros lugares.
Las casas, salvo excepciones, no compartían un mismo estilo ni un mismo tamaño. Las había grandes, arrogantes y poderosas y también pequeñas y humildes. Las pertenecientes al primer grupo eran aquellas que se veían al entrar en Vallelargo por la entrada sur, cruzando el puente sobre el lago, mientras que las casas más pobres se encontraban en el norte, en la zona más escarpada, cerca de los bosques, y es que “ a los ricos les gusta la ribera”, como dice uno de los personajes de los diarios. Pero no había solo casas en Vallelargo, había allí un parque lleno de árboles en el medio del cual había un estanque, el parque era atravesado por numerosos caminitos de piedra y estaba salpicado con unos cuantos bancos que servían de descanso a las gentes del lugar.
Había también un supermercado de tamaño bastante generoso teniendo en cuenta el tamaño de la población que estamos describiendo además de un pequeño centro comercial, por favor no piensen en lo que hoy en día conocemos como tal, no había allí ningún C&A ni ningún Sprinfield. Piensen más bien en comercios locales que estaban dentro del mismo edificio.
Supongo yo que el Valle Largo contaría con más servicios, pero no ha llegado a mi ningún tipo de información al respecto por lo que me detendré aquí en cuanto a este tipo de descripciones. Tengo sin embargo bastante información sobre la gente que allí vivía, de verdad que es mucha, tanta que no se por donde empezar…
Hay gente de toda clase y condición, aquí en mis notas puedo leer familia rica y conservadora, muy apegada a las viejas costumbres, suena en verdad interesante. Hay también otra familia, pero esta se describe como desestructurada, esto último quizá sea más cotidiano y no nos ofrezca gran novedad. Algunas de las notas dicen, hablando de los demás habitantes, hombre solitario y tacaño, mujer ambiciosa, mujer libre y despreocupada, hombre infiel, matrimonio “de toda la vida”…
¿Qué clase de vida llevará esta gente en el Valle Largo? ¿Cómo se relacionarán unos con otros? ¿Toda la información que tengo es verídica o han fantaseado aquellos que la han inmortalizado para que llegase a mi? Cosas extrañas hay desde luego, están invitados, si gustan, a seguir las siguientes publicaciones donde intentaremos recrear, por medio de diarios y artículos de prensa, la historia de este lugar.
No dejará indiferente a nadie.
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Re: Historias de Vallelargo
Diario de Vicente de Parga*
7 de mayo de 1973.
Hoy escribo con mucho ánimo, mi hermana se ha puesto en contacto conmigo vía telefónica y me ha comunicado que había una casa en venta en una pequeña localidad del oeste llamada Valle Largo. Es lo que estaba buscando, según mi hermana la población es pequeña, está a orillas de un lago y la rodean muchos bosques, además está a unos veinte minutos en coche de la ciudad. Parece el lugar perfecto para mi.
Según Dora la casa está en buenas condiciones y es ideal para que una persona habite en ella aunque sería pequeña si algún decido formar una familia.
La casa cuenta con una cocina-comedor, un salón y un baño en la primera planta y un dormitorio en la segunda. El dormitorio tiene acceso a una terraza que en opinión de mi hermana es excesivamente grande y le quita espacio a lo que podía ser un dormitorio más amplio o a un segundo baño. Más aún si tenemos en cuenta que un pequeño jardín rodea la casa de forma que una terraza tan grande quizá no fuese la mejor de las ideas ya que no estaré falto de espacios al aire libre.
Se que no es prudente hacer un desembolso de este tipo sin siquiera ver la casa en persona, pero confío plenamente en mi hermana Dora y he dado orden para que se inicien los trámites de compra.
No veo el momento de salir de aquí, esta ciudad ha sido escenario de todos los malos momentos de mi vida y he sido prisionero de ella desde el día que nací.
No dejaré aquí amigos ni familia, tan solo echaré de menos la casa de mis padres donde vivo actualmente, este lugar fue testigo de mis primeros pasos y mis primeras palabras y aunque venderla me hace sentir culpable, como si traicionase el esfuerzo que mis padres hicieron en tiempos para comprarla, se que es lo mejor para mi. Dora también está de acuerdo, ella vive a dos horas en avión y tampoco tiene un gran apego por la casa donde nos criamos.
Mi vida está a punto de dar un gran vuelco, me espera un nuevo comienzo en un nuevo lugar y aunque lo normal sería estar nervioso y excitado la verdad es que estoy extrañamente tranquilo.
*En la recopilación de diarios que hice esta persona aparece nombrada como "Vicente de Parga" o "Vicente Parragués" no se a que se debe, iré alternando entre uno y otro y respetaré la forma que hayan usado los autores de los diarios en cada momento.
7 de mayo de 1973.
Hoy escribo con mucho ánimo, mi hermana se ha puesto en contacto conmigo vía telefónica y me ha comunicado que había una casa en venta en una pequeña localidad del oeste llamada Valle Largo. Es lo que estaba buscando, según mi hermana la población es pequeña, está a orillas de un lago y la rodean muchos bosques, además está a unos veinte minutos en coche de la ciudad. Parece el lugar perfecto para mi.
Según Dora la casa está en buenas condiciones y es ideal para que una persona habite en ella aunque sería pequeña si algún decido formar una familia.
La casa cuenta con una cocina-comedor, un salón y un baño en la primera planta y un dormitorio en la segunda. El dormitorio tiene acceso a una terraza que en opinión de mi hermana es excesivamente grande y le quita espacio a lo que podía ser un dormitorio más amplio o a un segundo baño. Más aún si tenemos en cuenta que un pequeño jardín rodea la casa de forma que una terraza tan grande quizá no fuese la mejor de las ideas ya que no estaré falto de espacios al aire libre.
Se que no es prudente hacer un desembolso de este tipo sin siquiera ver la casa en persona, pero confío plenamente en mi hermana Dora y he dado orden para que se inicien los trámites de compra.
No veo el momento de salir de aquí, esta ciudad ha sido escenario de todos los malos momentos de mi vida y he sido prisionero de ella desde el día que nací.
No dejaré aquí amigos ni familia, tan solo echaré de menos la casa de mis padres donde vivo actualmente, este lugar fue testigo de mis primeros pasos y mis primeras palabras y aunque venderla me hace sentir culpable, como si traicionase el esfuerzo que mis padres hicieron en tiempos para comprarla, se que es lo mejor para mi. Dora también está de acuerdo, ella vive a dos horas en avión y tampoco tiene un gran apego por la casa donde nos criamos.
Mi vida está a punto de dar un gran vuelco, me espera un nuevo comienzo en un nuevo lugar y aunque lo normal sería estar nervioso y excitado la verdad es que estoy extrañamente tranquilo.
*En la recopilación de diarios que hice esta persona aparece nombrada como "Vicente de Parga" o "Vicente Parragués" no se a que se debe, iré alternando entre uno y otro y respetaré la forma que hayan usado los autores de los diarios en cada momento.
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Re: Historias de Vallelargo
Diario de Dina Bermolen.
7 de mayo de 1973.
Me siento estúpida escribiendo aquí, pero era lo más fácil de la lista de cosas que la revista “Healthy life” recomendaba como hábito saludable y como forma de invertir tiempo en una misma.
Me llamó la atención esa expresión “invertir tiempo en una misma” La verdad es que si me pongo a pensar soy una persona que invierte bastante tiempo en si misma, no solo por haber empezado este diario o por hacer deporte todos los días, también por mi decisiones laborales, trabajo a media jornada en una tienda de discos de música a pesar de que podía trabajar a tiempo completo ganando más, valoro mi tiempo libre más que el dinero, creo que es una señal de que invierto en mi misma. Me gusta que sin haberlo planeado los hábitos saludables que “Healthy life” recomienda coincidan con hábitos que yo ya tenía.
Estoy sola en casa ahora, Romina se ha ido a trabajar al mediodía y no volverá hasta casi la hora de cenar.
Hace un rato me llamó Toni, quiere que tomemos algo en su casa después y le he dicho que si.
Toni es el vecino, me acuesto con el de vez en cuando aunque no tenemos nada serio, de hecho el es la pareja formal de Erzsébet Grammenidis. No me siento culpable, creo en las relaciones abiertas y en todo caso es cosa de Toni sentirse mal, es el quien está engañando a su novia, no yo.
Además el no la ama, está con ella por el dinero de su familia. Lo entiendo, los Grammenidis son la mayor fortuna de Vallelargo y Toni quiere su parte, en el fondo, Toni y mi hermana Romina son muy parecidos, les gusta el dinero y harían cualquier cosa por cambiar su status.
No se que más puedo escribir por ahora, creo que iré a correr y después me prepararé para ver a Toni.
7 de mayo de 1973.
Me siento estúpida escribiendo aquí, pero era lo más fácil de la lista de cosas que la revista “Healthy life” recomendaba como hábito saludable y como forma de invertir tiempo en una misma.
Me llamó la atención esa expresión “invertir tiempo en una misma” La verdad es que si me pongo a pensar soy una persona que invierte bastante tiempo en si misma, no solo por haber empezado este diario o por hacer deporte todos los días, también por mi decisiones laborales, trabajo a media jornada en una tienda de discos de música a pesar de que podía trabajar a tiempo completo ganando más, valoro mi tiempo libre más que el dinero, creo que es una señal de que invierto en mi misma. Me gusta que sin haberlo planeado los hábitos saludables que “Healthy life” recomienda coincidan con hábitos que yo ya tenía.
Estoy sola en casa ahora, Romina se ha ido a trabajar al mediodía y no volverá hasta casi la hora de cenar.
Hace un rato me llamó Toni, quiere que tomemos algo en su casa después y le he dicho que si.
Toni es el vecino, me acuesto con el de vez en cuando aunque no tenemos nada serio, de hecho el es la pareja formal de Erzsébet Grammenidis. No me siento culpable, creo en las relaciones abiertas y en todo caso es cosa de Toni sentirse mal, es el quien está engañando a su novia, no yo.
Además el no la ama, está con ella por el dinero de su familia. Lo entiendo, los Grammenidis son la mayor fortuna de Vallelargo y Toni quiere su parte, en el fondo, Toni y mi hermana Romina son muy parecidos, les gusta el dinero y harían cualquier cosa por cambiar su status.
No se que más puedo escribir por ahora, creo que iré a correr y después me prepararé para ver a Toni.
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Re: Historias de Vallelargo
Diario de Elak Långadalen.
10 de mayo de 1973.
Hoy fumé hierba, es la primera vez que lo hago.
Paul le cogió un poco a su padre y la fumamos en su habitación. Fue una sensación extraña pero muy divertida. Me reía por todo. Estuve un rato largo riéndome como una loca porque los ojos grandes y oscuros de Paul se me parecieron a los de una vaca. El también se reía, pero creo que se reía de mi.
Cuando empezó a sonar “House of the Rising Sun” de “The Animals” empecé a bailar. Es difícil describir la sensación, mi cuerpo simplemente se movía con la música, casi sentía que no tenía que darle órdenes a cerebro para moverme. No había nada más, solo yo la música y esa sensación de estar volando que daba la hierba. Mientras bailaba sentí a Paul detrás mi, me abrazó por la cintura y se puso a bailar conmigo. Estuvimos así un rato hasta que nos empezamos a besar y tras eso fuimos a la cama. La sensación fue muy placentera, la música, el baile, el sexo… todo es mejor con la hierba.
Su padre estaba en casa, pintando en su estudio creo. Teníamos la música alta para que no nos oyera, pero no nos molestó un ningún momento. Me gusta el señor Jackson, va a su bola y no se mete en la vida de su hijo. Me gustaría que mi familia fuese así.
Ahora estoy en casa, oigo a mi hermana hablar por teléfono, creo que habla con Miro Rachada. Tiene algo con el. Si mi padre se enterase de que su querida Lysande se ve con el pordiosero de Rachada le daría algo. Dejaría de considerarla su hija favorita. Casi me siento tentada a decírselo. Pero no, no soy un maldita rata.
Mañana voy a quedar con Paul otra vez. Tengo muchas ganas de repetir de lo hoy.
10 de mayo de 1973.
Hoy fumé hierba, es la primera vez que lo hago.
Paul le cogió un poco a su padre y la fumamos en su habitación. Fue una sensación extraña pero muy divertida. Me reía por todo. Estuve un rato largo riéndome como una loca porque los ojos grandes y oscuros de Paul se me parecieron a los de una vaca. El también se reía, pero creo que se reía de mi.
Cuando empezó a sonar “House of the Rising Sun” de “The Animals” empecé a bailar. Es difícil describir la sensación, mi cuerpo simplemente se movía con la música, casi sentía que no tenía que darle órdenes a cerebro para moverme. No había nada más, solo yo la música y esa sensación de estar volando que daba la hierba. Mientras bailaba sentí a Paul detrás mi, me abrazó por la cintura y se puso a bailar conmigo. Estuvimos así un rato hasta que nos empezamos a besar y tras eso fuimos a la cama. La sensación fue muy placentera, la música, el baile, el sexo… todo es mejor con la hierba.
Su padre estaba en casa, pintando en su estudio creo. Teníamos la música alta para que no nos oyera, pero no nos molestó un ningún momento. Me gusta el señor Jackson, va a su bola y no se mete en la vida de su hijo. Me gustaría que mi familia fuese así.
Ahora estoy en casa, oigo a mi hermana hablar por teléfono, creo que habla con Miro Rachada. Tiene algo con el. Si mi padre se enterase de que su querida Lysande se ve con el pordiosero de Rachada le daría algo. Dejaría de considerarla su hija favorita. Casi me siento tentada a decírselo. Pero no, no soy un maldita rata.
Mañana voy a quedar con Paul otra vez. Tengo muchas ganas de repetir de lo hoy.
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Re: Historias de Vallelargo
Diario de Richard Jackson.
11 de mayo de 1973.
Hacía tiempo que no escribía en mi diario, ni en mi diario ni en general. La novela sobre el inspector Le Tissier sigue en punto muerto. Creo que debería retomarla. Me permitiré ser arrogante en esta conversación conmigo mismo y que me perdonen el atrevimiento si en el futuro alguien encuentra mi diario, pero creo que tengo talento para escribir novelas de misterio.
La razón por la que me he puesto a escribir este diario es bastante curiosa y es que encontré en la basura, cerca de la universidad, una máquina de escribir. Es increíble el poco valor que le dan a las cosas los jóvenes. La máquina está bastante bien. Y puede que sea la motivación que necesito para acabar la novela.
Es un buen momento para retomar la escritura ya que estoy a punto de acabar mi última pintura, me ha llevado tiempo y quizá un cambio me venga bien. Parar, refrescar la mente, airearla, probar otras cosas…
Paul ha traído a una amiga a casa, ya es el segundo día que la trae, se meten en la habitación y ponen música, he notado que mi marihuana ha disminuido ligeramente así que los chicos han debido pasárselo bien. La chica es una de las gemelas de los Långadalen. Realmente estoy impresionado de que la hija de uno de los hombres más ricos del Valle Largo se haya fijado en mi Paul. Estoy contento, la chica es muy guapa y a pesar de ser de una familia tan pudiente no se comporta con altivez.
Hoy he recibido una llamada de Dina Bermolen, quería que quedásemos esta noche para cenar pero no me apeteció. Realmente me apetecía estrenar mi nueva máquina de escribir con el diario y la novela. Finalmente hemos quedado para mañana.
Me gusta mucho Dina, no se ata, es un alma libre como yo, congeniamos muy bien. Ella también se ve con Toni Miledonne pero no es algo que me preocupe. No nos restringimos el uno al otro.
Yo también podría tener a otra persona pero me da pereza. Brenda Rachada se deja caer por aquí muy a menudo y creo que quiere algo conmigo, pero me siento mal. Su marido desapareció hace poco y todos en Valle Largo creen que la abandonó y puede que así sea, una auténtica vergüenza teniendo en cuenta además que está embarazada y que ya tiene dos hijos a su cargo. No me sentiría bien si cediese a sus insinuaciones, es un terreno emocionalmente complicado. No quiero que parezca que me aprovecho de la situación para llevármela a la cama y tampoco quiero que ella se acueste conmigo para después arrepentirse.
Creo que ya he escrito bastante, intentaré que este diario no muera aquí. Ahora voy a fumar un peta y después veré que hago con el inspector Le Tissier.
11 de mayo de 1973.
Hacía tiempo que no escribía en mi diario, ni en mi diario ni en general. La novela sobre el inspector Le Tissier sigue en punto muerto. Creo que debería retomarla. Me permitiré ser arrogante en esta conversación conmigo mismo y que me perdonen el atrevimiento si en el futuro alguien encuentra mi diario, pero creo que tengo talento para escribir novelas de misterio.
La razón por la que me he puesto a escribir este diario es bastante curiosa y es que encontré en la basura, cerca de la universidad, una máquina de escribir. Es increíble el poco valor que le dan a las cosas los jóvenes. La máquina está bastante bien. Y puede que sea la motivación que necesito para acabar la novela.
Es un buen momento para retomar la escritura ya que estoy a punto de acabar mi última pintura, me ha llevado tiempo y quizá un cambio me venga bien. Parar, refrescar la mente, airearla, probar otras cosas…
Paul ha traído a una amiga a casa, ya es el segundo día que la trae, se meten en la habitación y ponen música, he notado que mi marihuana ha disminuido ligeramente así que los chicos han debido pasárselo bien. La chica es una de las gemelas de los Långadalen. Realmente estoy impresionado de que la hija de uno de los hombres más ricos del Valle Largo se haya fijado en mi Paul. Estoy contento, la chica es muy guapa y a pesar de ser de una familia tan pudiente no se comporta con altivez.
Hoy he recibido una llamada de Dina Bermolen, quería que quedásemos esta noche para cenar pero no me apeteció. Realmente me apetecía estrenar mi nueva máquina de escribir con el diario y la novela. Finalmente hemos quedado para mañana.
Me gusta mucho Dina, no se ata, es un alma libre como yo, congeniamos muy bien. Ella también se ve con Toni Miledonne pero no es algo que me preocupe. No nos restringimos el uno al otro.
Yo también podría tener a otra persona pero me da pereza. Brenda Rachada se deja caer por aquí muy a menudo y creo que quiere algo conmigo, pero me siento mal. Su marido desapareció hace poco y todos en Valle Largo creen que la abandonó y puede que así sea, una auténtica vergüenza teniendo en cuenta además que está embarazada y que ya tiene dos hijos a su cargo. No me sentiría bien si cediese a sus insinuaciones, es un terreno emocionalmente complicado. No quiero que parezca que me aprovecho de la situación para llevármela a la cama y tampoco quiero que ella se acueste conmigo para después arrepentirse.
Creo que ya he escrito bastante, intentaré que este diario no muera aquí. Ahora voy a fumar un peta y después veré que hago con el inspector Le Tissier.
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