¡Gritar!

Se que parece un esperpento pero es la mejor medicina.

La pregunta es... ¿Porque no se puede?

Sospechoso.

¿Y eso qué o qué?

Por poder se puede,cun bosque o algun sitio asi seria idoneo

Si buscas un sitio aislado donde no se vea a nadie.

AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

una vez una amiga me dijo "si te sientes mal, coge una almohada y grita"

A mí siempre me fascinó la cantidad ridícula de constricciones sociales a la conducta en público, a todos los niveles; desde la frecuencia de los pestañeos a cómo y con qué uno se viste.
Así es como se reconoce a los "locos", ¿no? Si camina "raro" uno ya entra a sospechar "qué me juego a que este es medio loquito", tanto como si tiene algún tic estilo Tourette, o etc. Dejando de lado el problema de la horrible discriminación y como hay que superarla socialmente, a mí lo que me parece fascinante (lo sigue siendo desde que empecé a percatarme de ello... a la edad normal en que uno se percata de esas cosas, ¿diez años?, ¿menos?) es el escrutinio tan detallado que se lleva a cabo, y cómo es tan preciso como tácito. Es como si todos fuéramos a la escuela y aprendiéramos tomos y tomos de memoria sobre cómo cierta angulación en los pies al caminar es rara (a partir de tantos grados); cómo de tolerable es el "rebote" que uno puede hacer al dar pasos y cuándo exactamente se pasa la línea de lo aceptable; qué tan fuerte o tan bajo debe ser el tono de voz para que sea demasiado "raro" (cuándo el hablar bajo se vuelve un indicativo de que la persona tiene algún problema, y al contrario con el exceso de volumen (aquí entra el tema del post)); cuánto es el tiempo normal para sostener la mirada, lo cual se ha visto en muchos videos de esos de mejora del carisma y habilidades sociales para autistas y/o torpes sociales como yo mismo, que es de hecho percibido muy consistentemente por la gente en general y mucho mirar fijo incomoda tanto como poco contacto visual (en diferente manera, claro).

Es así que a menudo, acompañando a esa fascinación que perdura y nunca me abandona, me suelen entretener escenarios imaginarios en los cuales salgo a la calle y hago un poquito de esto o de aquello deliberadamente raro, y hay que ver qué fácil me entra la risa boba (debo admitir que a veces no se trata de "un poquito", y son más bien exageraciones). Por ejemplo, voy a comprar y pestañeo incesantemente mientras miro a la cajera, o camino dando ligeros saltitos por una senda transitada, o voy repitiendo "blob blob blob" en voz alta mientras me cruzo a otros transeúntes. O salgo y doy un grito, y sigo como si nada (esto puede sonar como tomarle el pelo a alguien con Tourette, pero juro que no es la intención y, si acaso, me hace más consciente de sus dificultades). O me río de forma deliberadamente ridícula y exagerada ante un chiste sin gracia, o me muestro obviamente sarcástico y agresivo ante el small talk que se lleva a cabo en el contexto de, de nuevo, algún comercio local. O cantar a grito pelado un estribillo pegajoso tipo la de Ricky Martin para el mundial '98 que se me pegó la otra vez mientras hacía ejercicio "LUCHAR POR ELLA *¡SIIII!* LUCHAR POR ELLA *SIIIII* TÚ Y YO, ALÉ ALÉ ALÉ..." etc.

Quedaría instantáneamente marcado por los espectadores como un loquito, como alguien con algún tipo de problema mental. Solo por eso, por moverme un poquito de la regulación estricta del comportamiento esperado en entornos sociales. Lo peor de todo es que yo mismo me incluyo, y peor aún: Si soy sincero admito que me parece funciona bastante bien como predicción de la capacidad de los individuos para desenvolverse socialmente de forma efectiva. Hay mucho en juego, y es por eso que aquellos que (aquí me estoy atreviendo a mucho, lo sé) somos más o menos funcionales socialmente pero quisiéramos rebelarnos aunque sea un momento, por pura diversión, de tan rígida estructura, nos mantenemos disciplinaditos y obedientes: La reputación. Si yo salgo a gritar a todo pulmón algarabías sin sentido es seguro que me granjee una mancha en la opinión de mis vecinos. Esto se relaciona con aquello de "pueblo chico, infierno grande" y la mayor libertad que se suele encontrar en las urbes para las expresiones más minoritarias (la protección del gregarismo).

Las cadenas son muchas, muy gruesas y visibles. Tanto así que tenemos que ir literalmente por un riel, porque... ¿y si quiero zigzaguear por la acera? ¿Y si quiero aletear con las manos porque me parece más divertido que dejarlas a los lados o ponerlas en el bolsillo? ¡Si hasta ir hablando solo está mal visto, aunque el discurso sea de lo más coherente!.
De todas formas, el daño ya me lo debo haber hecho, al menos en un área a la redonda. Quiero decir, cuando me dan esos arranques como el que describí antes (del GO GO GO) no es que vaya preventivamente a encerrarme en una habitación insonorizada... Peor cuando es verano y las ventanas que dan a la calle se dejan abiertas .


P.D.: Ya que estoy con esto aprovecho la oportunidad de contar la anécdota: Me dio una ataque de risa una vez al contarle a mi hermana que imaginé salir al encuentro de unos nuevos vecinos que recién llegaban con sus pertenencias a la casa en alquiler de enfrente para decirles, con tono serio y mirándolos fijamente: "Soy una PERSONA" (haciendo énfasis en la pronunciación de "persona", por eso las mayúsculas).
Yo lloraba de la risa, pero a ella no le causó tanto. A partir de ahí empecé a sospechar (miento, desde hacía tiempo atrás) que mi sentido del humor es algo "especial"... y/o que soy efectivamente un poco un loquito.

caramelldansen_in_repeat escribió:A mí siempre me fascinó la cantidad ridícula de constricciones sociales a la conducta en público, a todos los niveles; desde la frecuencia de los pestañeos a cómo y con qué uno se viste.
Así es como se reconoce a los "locos", ¿no? Si camina "raro" uno ya entra a sospechar "qué me juego a que este es medio loquito", tanto como si tiene algún tic estilo Tourette, o etc. Dejando de lado el problema de la horrible discriminación y como hay que superarla socialmente, a mí lo que me parece fascinante (lo sigue siendo desde que empecé a percatarme de ello... a la edad normal en que uno se percata de esas cosas, ¿diez años?, ¿menos?) es el escrutinio tan detallado que se lleva a cabo, y cómo es tan preciso como tácito. Es como si todos fuéramos a la escuela y aprendiéramos tomos y tomos de memoria sobre cómo cierta angulación en los pies al caminar es rara (a partir de tantos grados); cómo de tolerable es el "rebote" que uno puede hacer al dar pasos y cuándo exactamente se pasa la línea de lo aceptable; qué tan fuerte o tan bajo debe ser el tono de voz para que sea demasiado "raro" (cuándo el hablar bajo se vuelve un indicativo de que la persona tiene algún problema, y al contrario con el exceso de volumen (aquí entra el tema del post)); cuánto es el tiempo normal para sostener la mirada, lo cual se ha visto en muchos videos de esos de mejora del carisma y habilidades sociales para autistas y/o torpes sociales como yo mismo, que es de hecho percibido muy consistentemente por la gente en general y mucho mirar fijo incomoda tanto como poco contacto visual (en diferente manera, claro).

Es así que a menudo, acompañando a esa fascinación que perdura y nunca me abandona, me suelen entretener escenarios imaginarios en los cuales salgo a la calle y hago un poquito de esto o de aquello deliberadamente raro, y hay que ver qué fácil me entra la risa boba (debo admitir que a veces no se trata de "un poquito", y son más bien exageraciones). Por ejemplo, voy a comprar y pestañeo incesantemente mientras miro a la cajera, o camino dando ligeros saltitos por una senda transitada, o voy repitiendo "blob blob blob" en voz alta mientras me cruzo a otros transeúntes. O salgo y doy un grito, y sigo como si nada (esto puede sonar como tomarle el pelo a alguien con Tourette, pero juro que no es la intención y, si acaso, me hace más consciente de sus dificultades). O me río de forma deliberadamente ridícula y exagerada ante un chiste sin gracia, o me muestro obviamente sarcástico y agresivo ante el small talk que se lleva a cabo en el contexto de, de nuevo, algún comercio local. O cantar a grito pelado un estribillo pegajoso tipo la de Ricky Martin para el mundial '98 que se me pegó la otra vez mientras hacía ejercicio "LUCHAR POR ELLA *¡SIIII!* LUCHAR POR ELLA *SIIIII* TÚ Y YO, ALÉ ALÉ ALÉ..." etc.

Quedaría instantáneamente marcado por los espectadores como un loquito, como alguien con algún tipo de problema mental. Solo por eso, por moverme un poquito de la regulación estricta del comportamiento esperado en entornos sociales. Lo peor de todo es que yo mismo me incluyo, y peor aún: Si soy sincero admito que me parece funciona bastante bien como predicción de la capacidad de los individuos para desenvolverse socialmente de forma efectiva. Hay mucho en juego, y es por eso que aquellos que (aquí me estoy atreviendo a mucho, lo sé) somos más o menos funcionales socialmente pero quisiéramos rebelarnos aunque sea un momento, por pura diversión, de tan rígida estructura, nos mantenemos disciplinaditos y obedientes: La reputación. Si yo salgo a gritar a todo pulmón algarabías sin sentido es seguro que me granjee una mancha en la opinión de mis vecinos. Esto se relaciona con aquello de "pueblo chico, infierno grande" y la mayor libertad que se suele encontrar en las urbes para las expresiones más minoritarias (la protección del gregarismo).

Las cadenas son muchas, muy gruesas y visibles. Tanto así que tenemos que ir literalmente por un riel, porque... ¿y si quiero zigzaguear por la acera? ¿Y si quiero aletear con las manos porque me parece más divertido que dejarlas a los lados o ponerlas en el bolsillo? ¡Si hasta ir hablando solo está mal visto, aunque el discurso sea de lo más coherente!.
De todas formas, el daño ya me lo debo haber hecho, al menos en un área a la redonda. Quiero decir, cuando me dan esos arranques como el que describí antes (del GO GO GO) no es que vaya preventivamente a encerrarme en una habitación insonorizada... Peor cuando es verano y las ventanas que dan a la calle se dejan abiertas .


P.D.: Ya que estoy con esto aprovecho la oportunidad de contar la anécdota: Me dio una ataque de risa una vez al contarle a mi hermana que imaginé salir al encuentro de unos nuevos vecinos que recién llegaban con sus pertenencias a la casa en alquiler de enfrente para decirles, con tono serio y mirándolos fijamente: "Soy una PERSONA" (haciendo énfasis en la pronunciación de "persona", por eso las mayúsculas).
Yo lloraba de la risa, pero a ella no le causó tanto. A partir de ahí empecé a sospechar (miento, desde hacía tiempo atrás) que mi sentido del humor es algo "especial"... y/o que soy efectivamente un poco un loquito.

No sabia de esos estandares sociales hasta que la novia que tuve hace años me preguntó cuando estabamos en la calle: Porque abres un poco los pies cuando caminas?, Porque caminas pisando fuerte?, y yo me preguntaba wtf que tiene de malo. y ni que decir de los que caminamos un poco curvado, al que ya le pusieron de nombre espalda de nerd o algo asi, en fin, al final son ellos quienes alimentan su mente toxica de discriminacion y nos deberia chupar los dos webos los juzgamientos de gente que nunca conoceremos. creo yo

Acostumbro a gritar en silencio, rarezas...

@caramelldansen_in_repeat tío, yo de mayor (de más mayor aún jajajajaja) quiero ser como tú (aunque confieso que tengo un 1% tuyo ).
P.D. Me has dado idea para crear un tema de anécdotas, ya caerá...

Bueno, como @Desdibuja no creó el hilo de anécdotas, sigo con otra relacionada todavía más directamente a la premisa del hilo que se me había olvidado (o me daba pereza ya redactar) al momento de mi última contribución.

Resulta que para el mundial 2014 se me ocurrió aprovechar a experimentar de primera mano todo el frenesí idiosincrático por el fútbol, intentando en cierta medida responder a la pregunta de si será un fenómeno (la "pasión" esa) que me era completamente ajeno por culpa mía y solo mía, por resistirme, y que si bajaba la guardia y me abría a la posibilidad acabaría por entenderlo y alistarme legítimamente entre sus adeptos. En otras palabras, quería ver si no era mi espíritu anti-gregario lo que artificialmente me separaba de toda aquella algarabía.

Para hacerlo corto que ya escribí suficiente hoy: Terminó la final contra Alemania y llegó el momento de festejar la... subcampeonalidad? ... el segundo podio. Multitud en las calles, cánticos, desenfreno y todo eso. Contaba yo con dos amigos los cuales me sirvieron de bote en el cual embarcarme a la exploración que comentaba: Los acompañé a la plaza y ahí estaba, entonando los cánticos junto a la multitud. ¿Qué fue lo curioso? Que yo lo hacía de forma "extraña", porque el volumen de mi voz era de alguna forma demasiado alto. ¿No se trata esto acaso de algarabía y desenfreno? ¿En serio van a decirme que modulan el volumen? ¿No quedan acaso afónicos luego de ir a la cancha?
Pero algo mal hacía, algo delataba que yo era allí un intruso fingiendo pertenecer con un cinismo en cierto punto inevitable, lo admito, pero que creí pasaría totalmente desapercibido. Recibí miradas de extrañeza, y mis propios amigos riendo me decían que no cante tan fuerte. Yo, realmente, alucinaba. ¿Es mi capacidad vocal tan superior a la media, o en efecto todos comparten una especie de código tácito (qué sorpresa, con lo dicho en el anterior post) según el cual el volumen de los alaridos se autoregula para acompañar sin destacar a los adyacentes, un sistema estilo bandada de pájaros para "Brasil, decime qué se sienteee"?
Y no, para tranquilidad del que me lea, no soy tan loquito como para haber gritado a todo pulmón al punto de ser incapaz de entonar efectivamente. Cantaba, pero notablemente más alto que la media. Mi voz destacaba entre la multitud. ¿No es genuino el rito, entonces, la "pasión"? La pasión no modula tímidamente, la pasión lo da todo de sí. Se queda afónica. ¿No era eso de lo que se trataba todo este circo gregario?

Claro que mi experimentación acabó ese mismo día. No juzgo en absoluto al que se "apasiona" con el fútbol, es necesario aclarar. Se trataba de una auto-exploración, y la conclusión es que no hay forma sincera en que yo, individuo en mi frasquito de circunstancias, pueda compartir esos sentires.