Ir al pscólogo no es lo mismo que hacer terapia

Al hilo de la respuesta que le he dado a otra usuaria en mi primer tema abierto, he querido lanzar una reflexión que he visto muy claramente en el último año: no es lo mismo ir al psicólogo que hacer terapia. He ido durante años a psicólogos, pero por absurdo que parezca, no fue hasta hace poco que logré decir abiertamente en la consulta que uno de mis mayores problemas son mis nulas habilidades sociales. Cabe mencionar que vengo de un entorno familiar muy complicado que desde siempre me ha dificultado las relaciones sociales, pero que también me ha marcado en los demás aspectos de mi vida, por lo que en las consultas con los psicólogos me centraba más en otras cosas. Si tocaba el tema de la fobia social era de pasada, como algo colateral a todo lo demás. Desde luego que lo que contaba eran problemas reales, pero faltaba una pieza enorme por encajar y que estaba relacionada con lo demás, por lo que la terapia no surtía efecto.

Recuerdo como si fuera ayer cuando supe ponerle nombre a lo que me pasaba. Fue estando en una página de moda allá por el 2010-12. La página no tenía ninguna relación con este tema, pero por casualidad se mencionó y me dio por buscar qué era eso de la fobia social. Tendría yo unos 14 años y al ir leyendo los síntomas y demás me quedé a cuadros porque encajaba perfectamente en casi todos. De repente fui consciente de que lo mío se considera un trastorno o similar, y la sensación fue una mezcla entre cierta esperanza y bastante angustia. Esperanza porque supe que lo mío tenía nombre y no era tan extraño, pero también angustia y tristeza por sentir que estaba mal de la cabeza o loco (así lo veía con esa edad, ahora no diría algo así). Que fuera algo tratable me dio miedo, porque eso suponía que tenía que contarlo y eso me hacía sentir más raro aun.

Pues bien, en esa época ya iba a una psicóloga y cada vez que me tocaba consulta iba con la intención de decirle que había encontrado información sobre la fobia social y que me sentía así, que seguro que era eso lo que me pasaba. Pero después en la consulta me daba mucha vergüenza decirlo, como si fuera algo que hería mi orgullo y dejaba ver que era débil, así que no lo decía y después me sentía culpable. Incluso una vez dejé entrever mis dificultades para socializar y la psicóloga me dijo "eso suena a cierta fobia social", y yo evadí el tema no recuerdo muy bien cómo. Sé que es muy absurdo y que fue un error, pero mostrarme vulnerable me era imposible hasta en la consulta de un psicólogo. Cuando se trataba el tema de tener amigos, yo decía que sí los tenía y que estaba bien con eso. No mentía exactamente, porque hablaba de personas reales, pero sí que lo hacía ver como una vida social mucho más normativa de lo que realmente era, y nunca mencionaba que tuviera dificultades para hacer amigos o hablar con la gente. Siendo ya adulto lo mencionaba un poco más, pero nunca como algo central en mi vida.

Aparte de desahogarme, pienso que quizá pueda animar a alguien en una situación similar a que se abra al menos con su psicólogo o psicóloga. Están ahí para eso y no te van a juzgar por ello. Es muy difícil, pero es el primer paso para tratar este problema o cualquier otro. Actualmente he superado ese miedo, e incluso con mi mejor (y casi único) amigo hablo de forma más o menos sincera sobre ello, cosa que hace años me resultaba imposible.

Estoy de acuerdo con el título. Yo llevo varios meses yendo al psicólogo y básicamente lo que hago es contarle cosas de mi pasado y algunas dificultades del día a día, me habla con palabras técnicas sobre el problema y ya está. No es una terapia, no me ayuda a ser sociable. En teoría pronto haré terapia, no sé como va, pero espero que sea más "práctico"