Últimos temas
» Di lo que te apetezcapor Desdibuja Hoy a las 14:53
» Juego: Verdadero o Falso
por Desdibuja Hoy a las 14:51
» ¿Qué canción estás escuchando?
por Desdibuja Hoy a las 14:44
» Dedica una canción
por Desdibuja Hoy a las 14:40
» Ser virgen me reconcome por dentro
por becerro_de_oro Hoy a las 4:07
» Curé mi Fobia Social con la terapia EMDR
por Nirvana Hoy a las 3:40
» ¿Cómo te sientes musicalmente?
por VCZ Ayer a las 17:35
» ¿Que sentido tiene la existencia?
por becerro_de_oro Ayer a las 16:41
» Temas de Bandas Sonoras
por Desdibuja Ayer a las 15:11
» Juego: Palabras encadenadas
por Desdibuja Ayer a las 15:01
» El rincón del desahogo
por Juan1980 Ayer a las 14:33
» Condenada por inventarse una agresión sexual
por Suriam Ayer a las 13:54
» Hola
por rosenrot Jue 9 Mayo 2024 - 22:48
Mi caso
3 participantes
Página 1 de 1.
Mi caso
Mi caso
Soy un individuo, sin duda alguna, anómalo. Transito por los páramos de la existencia como un náufrago, que yendo inexorablemente a la deriva no puede hacer otra cosa que preguntarse a cada trecho ¿y ahora qué? ¿qué de aquello que había anhelado toda mi vida? ¿qué de mis sueños rotos? ¿no es esta la situación que cada mortal tiene que padecer? y si es así: ¿por qué demonios me siento tan terriblemente alejado de todos, como si lo que nos separase fuese algo más que la simple distancia física, ideológica o lingüística, como si nos separase un abismo metafísico u ontológico? ¿soy tan diferente de mis congéneres? ¿pertenezco a otra especie? ¿llegaré algún día a buen puerto?...
Cada mañana, al mirarme al espejo todas estas preguntas provocan en mi rostro un gesto particular. Cada día, estos gestos marcan –irreparablemente– surcos y arrugas, que sin duda confieren a mi rostro, cada vez de forma más patente –al menos para mí–, no un aspecto avejentado (pues soy todavía joven, debajo de la treintena), sino un aspecto inhumano, que antes creía encerrado exclusivamente dentro de mi conciencia (o mi inconciencia), invisible para el resto. En una palabra, es como si cada día estuviera un poco más cerca de metamorfosear físicamente en lo que realmente soy. Esta metamorfosis me aterra, en la medida en que delatará mi verdadera naturaleza. Queda claro que siempre quise ser normal.
Cada día me digo también: tal vez sólo son manías mías, pequeñas locuras inofensivas. Quizás, sencillamente, cada año me hago un poco más feo. No obstante, las personas con las que me relaciono no notan nada fuera de lo normal en mi cara, me ven juvenil, o incluso atractivo (lo cual me causa mucha risa, cuando lo escucho). Puedo llevar una vida dentro de lo que otros llaman “normalidad”, sin embargo, siempre me siento ajeno. Trabajo, en el día a día, con las manos y con el intelecto, siempre volcado en problemas diversos, o en mis relaciones con los otros, pero mi mente se ha bloqueado en cuanto a su visión “interior”, he dejado pasar mi vida interna por delante de mis ojos sin hacer nada al respecto. He decidido intentar cambiar esto.
No los canso más, hasta aquí mi presentación
F. N.
Desde ningún sitio.
Soy un individuo, sin duda alguna, anómalo. Transito por los páramos de la existencia como un náufrago, que yendo inexorablemente a la deriva no puede hacer otra cosa que preguntarse a cada trecho ¿y ahora qué? ¿qué de aquello que había anhelado toda mi vida? ¿qué de mis sueños rotos? ¿no es esta la situación que cada mortal tiene que padecer? y si es así: ¿por qué demonios me siento tan terriblemente alejado de todos, como si lo que nos separase fuese algo más que la simple distancia física, ideológica o lingüística, como si nos separase un abismo metafísico u ontológico? ¿soy tan diferente de mis congéneres? ¿pertenezco a otra especie? ¿llegaré algún día a buen puerto?...
Cada mañana, al mirarme al espejo todas estas preguntas provocan en mi rostro un gesto particular. Cada día, estos gestos marcan –irreparablemente– surcos y arrugas, que sin duda confieren a mi rostro, cada vez de forma más patente –al menos para mí–, no un aspecto avejentado (pues soy todavía joven, debajo de la treintena), sino un aspecto inhumano, que antes creía encerrado exclusivamente dentro de mi conciencia (o mi inconciencia), invisible para el resto. En una palabra, es como si cada día estuviera un poco más cerca de metamorfosear físicamente en lo que realmente soy. Esta metamorfosis me aterra, en la medida en que delatará mi verdadera naturaleza. Queda claro que siempre quise ser normal.
Cada día me digo también: tal vez sólo son manías mías, pequeñas locuras inofensivas. Quizás, sencillamente, cada año me hago un poco más feo. No obstante, las personas con las que me relaciono no notan nada fuera de lo normal en mi cara, me ven juvenil, o incluso atractivo (lo cual me causa mucha risa, cuando lo escucho). Puedo llevar una vida dentro de lo que otros llaman “normalidad”, sin embargo, siempre me siento ajeno. Trabajo, en el día a día, con las manos y con el intelecto, siempre volcado en problemas diversos, o en mis relaciones con los otros, pero mi mente se ha bloqueado en cuanto a su visión “interior”, he dejado pasar mi vida interna por delante de mis ojos sin hacer nada al respecto. He decidido intentar cambiar esto.
No los canso más, hasta aquí mi presentación
F. N.
Desde ningún sitio.
From_Nowhere- Nuevo Usuario
- Mensajes : 1
Re: Mi caso
Hola F. N.
Buen periplo introspectivo el tuyo. Quién sabe si llegarás a buen puerto algún día... todo es una incógnita por descubrir.
Buen periplo introspectivo el tuyo. Quién sabe si llegarás a buen puerto algún día... todo es una incógnita por descubrir.
Desdibuja- Usuario VIP
- Mensajes : 4215
Temas similares
» Mi caso, soy nuevo
» Noticia de caso de agorafobia
» El curioso caso de Nick Drake
» Nuevo caso de suicidio por acoso escolar
» Endoestudio de caso único sobre metales pesados
» Noticia de caso de agorafobia
» El curioso caso de Nick Drake
» Nuevo caso de suicidio por acoso escolar
» Endoestudio de caso único sobre metales pesados
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|