La imagen de tu día

¡Oh, poderoso Helios! ¡Sólo mediante artificios puede el hombre sostenerte la mirada!

(Un lente para soldadura frente al android. ¿No tan amateur ya, eh? )



¡Selene! ¡Mi fiel, mi dulce, mi bella Selene!

(Unos anteojos de sol frente a la cámara ya permiten captar algo de los mares lunares)

La Luna y Venus al atardecer:

Ayer subí al mediodía a la terraza a exponerme un poco a los rayos UVB para generar vitamina D, y me sorprendió amargamente ver a la palmera de la otra cuadra tan marchita. ¿Qué le habrá pasado?, si hace unos días la vi bien. Hubo un golpe de calor inusual la semana pasada, ¿pero no se supone que las palmeras aguantan bien los climas cálidos y desérticos? ¿El vecino que la tiene en su patio le habrá hecho algo? ¿querrá sacarla? Ojalá que no, y que pronto vuelva su verdor. Esa palmera siempre estuvo ahí cuando subí a la terraza a buscar sosiego y reflexionar en un montón de ocasiones en las que me sentí mal: da que hay una pared que llega a la altura de mis codos que me sirve de apoyo ideal sobre el cual inclinarme, resultando en esa vista con la palmera en el centro del plano. Vi tantas veces mecerse sus hojas al viento mientras buscaba respuestas a situaciones dolorosas que se volvió mi amiga, mi confidente, la única testigo de muchas de mis batallas.
Ahora la que parece que batalla es ella. Es sólo una palmera, ya sé, pero ojalá esté bien.

Decidme que lo pilláis u os mato.